Parece como si esta fuera la historia de la falta de ambiciones de una ciudad cuyas emociones y ansias de futuro se tornan mudables según quienes estén en el poder y dependiendo del entusiasmo que éstos le pongan o no al empeño. Nos estamos refiriendo a la posibilidad de que Córdoba pierda la oportunidad de ser la sede de la colección de arte contemporáneo Circa XX, de Pilar Citoler, reunida durante más de 40 años y que engloba más de 1.300 obras de arte de 500 artistas. Después de más de cinco años de espera, a su propietaria se le está agotando la paciencia y ha puesto de tope hasta el 15 de junio para recibir una respuesta ya que en esa fecha vence el protocolo que suscribió con la Universidad de Córdoba, principal valedora de la permanencia en Córdoba de las piezas.

Es verdad que ésta es una historia que pertenece a aquel otro tiempo en que las instituciones manejaban alegremente el dinero y no eran precisamente los recortes sino la generosidad lo que presidía sus actuaciones. A esta circunstancia hay que sumarle la más determinante: la época del flechazo entre Córdoba y Citoler pertenece a los prolegómenos del entusiasmo generado por el 2016, cuando --con razón-- la ciudad asía todo aquello que pudiera sumar puntos en su carrera hacia la Capitalidad Cultural de Europa. Y éste se pensaba que era de los de más peso.

UN ESCENARIO MUY DISTINTO

Muy bien. Ahora estamos en un escenario distinto. En política institucional ya no existe la misma sintonía entre Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía como la había antes de las elecciones municipales del pasado año e incluso de las generales de noviembre. En cuanto a los recursos económicos --se habla de aportar 200.000 euros anuales durante 20 años-- la crisis ha aminorado, por no decir borrado, cualquier gesto generoso en las instituciones. Y sobre el estado de ánimo el alma de la ciudad se siente herida por el revés que le supuso no ser designada capital cultural europea para el 2016.

Con todas estas razones la ciudad debe tomar una determinación. ¿Le interesa atesorar entre sus atractivos culturales de enganche la colección Circa XX de arte contemporáneo?

Dependiendo de la respuesta que se le dé a esta pregunta así habrán de comportarse las instituciones, principalmente el Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad. Aunque no olvidamos a la Junta de Andalucía, pero hay que tener en cuenta que el ámbito de actuación de esta institución es regional y no provincial.

Sí tenemos que añadir que perder esta colección sería como asumir definitivamente que la ciudad ha optado por el desencanto. Porque a pesar de todo, la crisis no puede ni debe ser la excusa o el motivo de decisiones de alcance y largo recorrido.[destacado.100]

Perder esta colección sería como asumir definitivamente que la ciudad ha optado por el desencanto