Ciudades creativas

Crear una oportunidad es como un incendio, es la liberación de una energía social creativa. Para crear una oportunidad se ha de vivir un drama específico propio de quien emprende una camino hacia una nueva meta. Tiene su lado dramático porque exige no sólo invención, sino intervención, acción.

Crear una oportunidad es deseo de llegar a ser otro, mejor que otro, otro diferente. Es cambiar el estilo de vida, generar un nuevo orden, demandar nuevas formas de oportunidad.

¿Cómo se crea una nueva oportunidad ? // Para entender ese proceso se debe entrar en el quehacer de la vida diaria de una ciudad y no en cómo explotar una oportunidad que todavía no existe. Crear oportunidades es como la vida misma; exige vivir la vida, que es conjunto de propósitos, valores, significados junto al juego de acciones que intentan buscar algo nuevo, incluso de sus mismos ciudadanos. No es un punto de arranque inédito porque siempre existe un antecedente. Es la revelación de unos deseos, de nosotros mismos. La oportunidad está en la vida misma de la ciudad porque la vida es la respuesta a una oferta que se abre.

Las ciudades emprendedoras crean sus oportunidades. Todos podemos crear oportunidades cuando cada día expresamos un deseo de ser otros, de incrementar nuestro poder productivo y creativo como ciudad--organización. Toda persona emprendedora quiere usar su vida como poder constituyente más que como poder soberano ejecutivo. Crear es llegar a ser.

Propósito y oportunidad // Toda persona tiene propósito pero no tiene oportunidad de arrancar sus proyectos si antes no ha creado dicha oportunidad. Eso le sucede también a las ciudades. Si viviéramos la vida de modo táctico afirmaríamos nuestro potencial creativo, que se movilizaría a través de la inmediatez, dirigida por los afectos a Córdoba.

Una ciudad es creadora de oportunidades cuando es poder constituyente hacia la vida, no hacia la muerte ni al estancamiento, pues el poder constituyente libera energía social para que nazcan oportunidades. Entonces la oportunidad se alinea con el propósito porque si no existe el propósito no habrá oportunidad. Se alimenta de metáforas, modelos, valores, normas que cada ciudad y sus grupos se imponen a si mismos. Luego vendrá la gestión.

La ciudad de Málaga es claro ejemplo de creación de oportunidades alineadas con sus propósitos en sus aeropuerto, puerto,museos. La ciudad nuestra es ejemplo de despropósitos en su aeropuerto, su tren desde Alcolea a Villarrubia todavía en vía muerta.

Aprovechar la oportunidad // Una vez creada la oportunidad se exige conocimientos y praxis para explotarla y gestionarla. El mejor método para saber de los procesos de creación y posterior gestión de oportunidades es conocer la tensión discursiva o no discursiva que surge hasta crear una oportunidad y luego saber aprovecharla o perderla. Porque crear una oportunidad afecta al mundo de la práctica y a nuevas bases para funcionar. Tras ese diálogo surgen nuevas oportunidades o conciencia de importancia para generarla.

Para generar oportunidades se necesita ingenio y también saber construir conexiones con otras personas e instituciones a fin de reforzar el poder creativo ya que se trata de crear un nuevo entorno, de liberar energía social creativa.

Málaga es ciudad que ha construido conexiones con los gobiernos nacional y regional de diferentes sentidos políticos, con fundaciones nacionales y extranjeras, con empresas de toda índole porque entiende el proceso de crear oportunidades.

Córdoba, en cambio, lleva un larguísimo periodo de tiempo en el que se manifiesta incapaz de construir conexiones estables con esos dos gobiernos, instituciones y empresa locales y de otros ámbitos, lo que le ha impedido crear oportunidades, ciega las que otros crean y quedan sin explotar las que se le han ofrecido. Por eso permanece estancada.

* Catedrático emérito de la UCO