El pasado viernes 30 de junio, cerrando el semestre, de nuevo una manifestación pidiendo la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Porque en este injusto impuesto se paga en Andalucía 100 veces más que en Madrid y 1.000 más que en Canarias.

Pero no es este el único impuesto que convierte a Andalucía en una región asfixiada por la carga tributaria. Por ejemplo, en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas se puede pagar aquí casi un 10% más que en Madrid. O por ejemplo, en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales se alcanza el tipo del 10% cuándo en Madrid está en el 6. Es decir, un 66% más.

Pero mientras que las clases medias no pueden cambiar su residencia a regiones mucho menos castigadas fiscalmente, los que tienen dinero lo están haciendo, como no podría ser de otra manera. Y al hacerlo no solamente se llevan sus impuestos sino que en muchas ocasiones se llevan sus inversiones y por tanto, puestos de trabajo. Y esto hace que Andalucía se vaya convirtiendo en una región más y más pobre que al necesitar más dinero se ve obligada a subir los impuestos, empeorando la situación.

Nos encontramos por tanto en un círculo vicioso que solo podrá romperse cuando nuestros gobernantes recobren el sentido común.

<b>Federico García-Arévalo de Tena</b>

Córdoba