Si alguien tiene la curiosidad de pasearse por la web del MOMA, verá que en su colección de diseño industrial atesoran un curioso objeto: el Chupa Chups. Efectivamente, entre las 2.477 piezas catalogadas, apenas hay una docena de piezas españolas y una de ellas es el popular comestible. Consta como diseño de Enric Bernat y fue creada en 1958. El caramelo universal con palito cumple ahora su 60º aniversario con buena salud, pues se siguen fabricando varios millones de unidades cada día. Bernat intentó patentarlo, pero no pudo, pues ya estaba registrado en Madrid desde 1919. Entonces compró un modelo a la empresa Reñé para explotarlo, convencido del éxito del «caramelo con tenedor». Sí que diseñó y patentó su famoso expositor en forma de ramo de flores que, astutamente colocado en el mostrador del colmado, se ofrecía irresistible a los niños que entraban en la tienda. Al principio se llamaba Gol, porque era una esfera que entraba en la portería/boca del niño, pero finalmente lo rebautizaron como Chups, y de ahí finalmente Chupa Chups, como decía la canción publicitaria. Dalí creó la nube o margarita que engloba el logotipo. Este caramelo formó parte de la exposición Piezas maestras humildes celebrada en el MOMA en el 2004. Sus compañeros de vitrina fueron el pósit, el clip, la tirita, el boli Bic, la pila, el celo, la bolsa del té, la bombilla, el toblerone, la cremallera, las lentillas, la pinza, el lápiz… esos pequeños grandes objetos que nos ayudan en la vida cotidiana, pero a los que escasamente prestamos atención.