pSISTEMA DE LIMPIEZA

nJardinesde Colón N

***Enrique Domingo Gallego

***Córdoba

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Nuevamente traigo a la palestra los Jardines de Colón, de aquí de Córdoba y es que raro es el día que paso por ellos que no veo cosas que deberían ser subsanadas por el bien de todos los que utilizamos ese parque, tanto como cruzarlo como para disfrutarlo en estas fechas en que tanto se agradecen sus zonas de sombra. Y es que me llama mucho la atención el sistema de limpieza que tienen ya desde hace unos meses, consistente en una especia de sopladoras que a modo de escobas empujan las hojas y demás restos al pasillo, para después ser recogidos por el camión-barredor. No sería mal sistema a no ser que, con el tiempo tan reseco que tenemos, al mismo tiempo que levantan las hojas del suelo, levantan también unas nubes de polvo, semillas, granos y pólenes. Hay ocasiones que hay personas que tienen que abandonar los bancos donde están descansando porque es irrespirable la nube, además de llenar los ojos y nuestros pulmones de todo tipo de porquerías. Sé que existen otras limpiadoras porque las he visto usar en otras ciudades que consisten en un artilugio similar al que se utiliza aquí, pero que, con una bolsa adosada a la espalda de quien la usa, en lugar de expulsar, aspira, por lo que no levanta polvo, no molesta a nadie y para más ventajas sale más económico porque evita que después tenga que pasar el camión-barredor recogiendo. Para los que utilizamos esos bellos jardines sería una iniciativa muy de agradecer.

pDERECHOS Y DEBERES

nLa oficina dela bicicleta N

***Carlos Luis Ruiz Alcaide

***Córdoba

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Este periódico publicó ayer una carta en la que el secretario de la Plataforma Carril Bici propone a los partidos políticos unas medidas "prioritarias y necesarias" para los usuarios de este medio de locomoción. La carta hace una lista extensa de peticiones y derechos, a los que el peticionario --y se supone que toda la Plataforma--, se creen con derecho, valga la redundancia. Se habla de que esa oficina es absolutamente "necesaria", puesto que los ciclistas no saben a quién dirigirse en el Ayuntamiento. También se afirma que la oficina debe estar en "permanente contacto" con los ciclistas. Y se recogen una serie de itinerarios --que es prácticamente toda la ciudad--, en los que el ciclista pretende circular sin cortapisa alguna. Como digo, en la carta solo se recogen derechos, pero no se habla nada, absolutamente nada, de obligaciones. Y digo yo que, si se llegara a crear esa oficina, en ese "contacto permanente" se debería informar, --o mejor, advertir--, a los ciclistas, de que su medio de locomoción es tan peligroso como cualquier otro y que por tanto tienen la obligación de usarlo no solo con sensatez y prudencia, sino cumpliendo la ley.

¡Vamos, para entendernos, que las calles peatonales (Cruz Conde, por ejemplo), no son velódromos!