pAFRICA

n¿Por qué Occidente no ayuda a los cristianos? N

***Alberto Alvarez Pérez

***Sevilla

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Todos sabemos que el Islam está en guerra, pero no solo contra Occidente, sino contra sí mismo. Los atentados yihadistas mas que un choque de cultura (aunque ellos vayan en contra de la misma cultura) representan la importancia de un conflicto interno del Islam que nos afecta a Occidente como escenario principal, sobre todo a los cristianos. Hasta hace pocos años las jóvenes iglesias y comunidades cristianas africanas eran como un canto pascual por encima de cualquier terrorismo institucional, de abusos de lideres corruptos y de guerras fratricidas en aquel continente africano. El papel que ha jugado la iglesia ha sido siempre fundamental, porque es de las pocas instituciones que siempre ha gozado de credibilidad para la justicia, el amor y la paz duradera entre todos. ¿Por qué ese odio, de un tiempo para acá, contra los que creemos en Dios? ¿Por que Occidente no frena la discriminación por motivos de conciencia contra los cristianos, sobre todo en las zonas africanas?...

pTEATRO POLITICO

nPan y circo en la pugna España-Venezuela N

***Jon García Rodríguez

***Bilbao

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Me encuentro confundido ante los dimes y diretes que constantemente se producen entre el Gobierno de España y el de Venezuela. Mientras uno carga el otro ya se encuentra apuntando para disparar y no acabo de entender muy bien por qué. La llamada a consultas del embajador español en Caracas solo sirve para rizar más el rizo de las discrepancias que existen entre ambos países. Un rizo que da visos de convertirse en un bucle del que no se va a poder salir (N. de la R.: el embajador regresa, pero sigue la tensión). Observo tanta teatralidad en estos rifirrafes, que da la impresión de que las continuas ofensas que Nicolás Maduro hace a nuestro país y las reiteradas incursiones que el Gobierno de España ejerce sobre la política de Venezuela son en realidad un espectáculo circense concertado para solapar los graves problemas de crisis y de corrupción que afectan a ambos países. De manera desigual, eso sí, pero es año de elecciones y toca distraer. "Pan y circo", como decía Juvenal.