pLEY DE ABORTO

nLa defensa dela vida N

***Isidoro Cubero Linares

***Licenciado en Derecho

***Baena (Córdoba)

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La inteligencia humana y el espíritu de superación hace que las personas se preocupen en cada momento de aquellos problemas más inmediatos y prácticos. Aceptada como válida esta afirmación y teniendo en cuenta la crisis económica que atravesamos, es lógico el resultado de la última encuesta del CIS que refleja que el principal problema para los españoles es el paro (52,5%) y la ley del aborto solo sea considerada como primer problema por un 0,1% de los encuestados. Siendo comprensible este resultado, no nos puede llevar a considerar que la construcción de una sociedad solo se puede cimentar garantizando el bienestar económico e ignorando la protección de los valores esenciales para una convivencia justa y libre. Por aquello de que no se debe predicar sin haber llenado previamente los estómagos de los parroquianos resulta más que necesario y razonable que los poderes públicos gobiernen prioritariamente para que la economía del país crezca y sea competitiva para así propiciar el crecimiento del empleo, base de la dignidad y libertad humana. Pero a pesar de ello, considero un error legislar exclusivamente a golpe de resultados demoscópicos: nos llevaría a una sociedad insensible, sin trasfondos morales que fundamenten el desarrollo integral de las personas. Si perdemos las referencias básicas éticas a lo único que podemos desembocar es a una sociedad corrupta. Comparto con el lector estas reflexiones que he hecho con ocasión de la celebración del XVI Congreso Católicos y Vida Pública, en el que se ha vuelto a hablar del aborto. Pasado el tiempo de la briega política creo necesario volver a plantear el tema generando un debate más sereno y ajeno a las encuestas para poder proveer a nuestra sociedad de herramientas adecuadas que garanticen, entre otros valores, el esencial y primario: la vida.

pJOVENES LECTORES

nBiblioteca Centralde Lepanto N

***Javier Cuenca Herreros

***Córdoba

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"Erase una vez un palacio maravilloso repleto de hermosos libros para que los niños de la aldea los disfrutaran. Sin embargo, los cuentos estaban custodiados por un gigante que no soportaba a los niños porque le parecían muy ruidosos...".

Este podría ser el principio de un cuento como los que hay en la sección infantil y juvenil de nuestra magnífica Biblioteca Central de Córdoba(C/ Ronda del Marrubial, Lepanto). Con la excepción de que la realidad a veces supera a la ficción.

Soy usuario desde hace años de la biblioteca infantil, y quiero expresar mi hartazgo por la actitud de los empleados de la sala, que riñen constantemente a los niños al más mínimo ruido, hasta el punto de que algunos acaban cogiéndole "manía" a la biblioteca y no quieren volver.

Como docente y como padre, y sobre todo como amante de los libros, creo que enseñar a nuestros hijos a estar entre cuentos, leérselos y disfrutarlos con ellos es básico para inculcarles el amor a la lectura.

Mi hijo y mis sobrinas están acostumbrados desde bebés a ir allí y saben comportarse y aun así, no nos libramos nunca de que les manden a callar, igual que les ocurre a todos los que osan romper el silencio de la sala.

Señores, los niños son niños, y si tanto les molesta que rían, dejen caer un libro o tropiecen, quiten la sección infantil y que nada disturbe su tranquilidad. Todo sea por el fomento de la lectura.