pUSO DE LOS GENEROS

nLenguahipócrita N

***Eliseo Macho Cruz

***Lucena (Córdoba)

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Qué pena que en mi Andalucía, este tierno rinconcito de Europa, se siga haciendo el ridículo con el lenguaje y la gramática, y todo por intentar conseguir adeptos esos hipócritas que se meten a políticos y utilizan al orar ese arma moderna de la defensa de la igualdad entre el hombre y la mujer. Porque una cosa es defender esa igualdad y otra ridiculizar el lenguaje al tiempo que se intenta enseñar en las escuelas, manchando esa enseñanza los que deberían servir de ejemplo ante los menos cultos. Han puesto de moda, cada vez que se dirigen al ciudadano, nombrarlo también en femenino, como si con la expresión primera quedara la mujer al margen. "Ciudadanos y ciudadanas, andaluces y andaluzas, cordobeses y cordobesas...". Así buscan defender esa igualdad, ridiculizando la lengua y haciendo el payaso,...Perdón: o la payasa. Nunca oí a un político de fuera decir: "Franceses y francesas, alemanes y alemanas..." porque entonces, por esa regla, en Bélgica, los belgas son mujeres y los hombres belgos, o los sevillistas damas y ¿faltan los sevillistos? Vamos avanzando en la estupidez y muy pronto escucharemos: pívot y pívat, cantantes y cantantas, jinetes y jinetas... No quisiera imaginarme a estos cantamañanas denigrando refranes: El hombre y la mujer son los únicos animales que tropiezan dos veces... O el hombre y la mujer proponen y Dios dispone. Decía Eugenio: "Esta grabación se la dedico a mis padres... y a mi madre", y ahora resulta que el chiste lo convierten en realidad quienes ridiculizan a su pueblo. Dejemos ya de hacer el papanatas porque, puestos así, y en defensa del animal, seria de racismo cuando se hablara del precio del pollo no referirse también al de la polla.

pTORDESILLAS

nY Elegido fueejecutado N

***Laura M Garrido Piqueras

***Córdoba

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Tal como decía su sentencia. Tal como se viene realizando desde hace más de trescientos años. En Tordesillas, Valladolid, en un espantoso ritual de horror, no apto para ojos sensibles. Elegido, un hermoso toro de tres años, murió atravesado por lanzas de cuarenta centímetros de hoja y dos metros de mango. Sus verdugos, los vecinos del pueblo, le persiguieron incansablemente a pie y a caballo hasta darle muerte. Sobre las diez de mañana, Elegido fue conducido a punta de lanza, hasta el lugar convenido para abatirlo. Una vez allí, su cuerpo, fue atravesado cientos de veces por las lanzas de sus verdugos. El, asustado y aturdido, buscaba refugiarse, pero las incansables lanzas que lo atravesaban, no cesaban ni un segundo. Allí, en Tordesillas, no se permite grabar estas imágenes. Ni con cámara, ni con un teléfono móvil. Te amenazan. Si tan orgullosos están de su espectáculo medieval, no se entiende tanto recelo con las cámaras. Elegido, ahogado en su propia sangre, agonizante y con la mirada perdida, cae al suelo. Es el momento de cortarle los testículos y el rabo, que serán exhibidos como trofeo ante el regodeo y la alegría de los vecinos. Descansa en paz Elegido. Que esta carta sea mi homenaje. Te lo debo.