pESPECTACULOS

nCáncer y tortura N

***Gerardo Pedrós

***Córdoba

f

La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ha organizado para el día 5 de abril un festival taurino en la Plaza de Toros de Córdoba, destinado a recaudar fondos. Es éticamente reprobable usar animales de ningún tipo para su tortura y muerte, sea cual sea su fin.

En nombre de la lucha contra el cáncer justifican la matanza, tortura y asesinato de animales. Quiero hacer notar a la AECC de Córdoba que hay otras mil formas de obtener dinero sin perjudicar a nadie, personas o animales, o que organizaciones como ésta deberían fomentar la empatía y la solidaridad, no la tortura de animales.

Existen múltiples métodos para financiarse y para recaudar fondos para sus loables fines, sin que sean cómplices de la tortura de ningún animal inocente.

Conseguir mejoras en la lucha contra el cáncer es algo que, por supuesto, apoyo, pero no a cualquier precio, y menos a costa de un sufrimiento innecesario por parte de los seis toros que morirán en su espectáculo benéfico para los humanos, pero maléfico para los animales.

Por último, quisiera pedirles que la próxima vez que piensen maneras de recaudar fondos, descarten completamente la celebración de este tipo de eventos, por la sencilla razón de que el toro sufre (cosa obvia, pero científicamente demostrada), por lo que los festejos taurinos son tradiciones moralmente injustificables, aunque se les disfrace de "solidarios o benéficos".

pAGRADECIMIENTO

nOtraoportunidad N

***Monte Mora

***Córdoba

f

Estoy acostumbrada a ser testigo directo de cómo la vida se supera en el Hospital Universitario Reina Sofía. Llevo años viendo trabajar a diario a los profesionales sanitarios. Me toca escribir de sus logros y proyectos, todos contagiados de ilusión y guiños a la vida. Desde el principio, se ganaron mi admiración.

Hace 11 meses me convertí en paciente del hospital. Dos minutos antes de que se apagara el 28 de abril de 2013 nació mi primogénito. La alegría duró poco. A primera hora del día 29, a la enfermera María Jesús Contreras no le gustó su color de piel. Al mediodía teníamos diagnóstico: David había nacido con una grave cardiopatía congénita. De aquella jornada recuerdo cada palabra, cada cara, cada sensación. El día que debía ser el más feliz se ensombreció. La solución a su enfermedad pasaba por un cateterismo urgente y una intervención quirúrgica una semana después (en la UCI Pediátrica y en Neonatología completaron la hazaña).

La vuelta a casa se demoró 23 días, el tiempo que David necesitó para aferrarse con fuerza a la vida. El campeón hoy tiene cuatro dientecillos, una amplia sonrisa y empieza a dar sus primeros pasos. Cada día doy las gracias al personal del Hospital Reina Sofía por salvar su vida. En todo momento confié en la altura profesional de todas las personas que le atendieron y cuidaron en Cardiología, UCI Pediátrica, Pediatría, Neonatología, Cirugía Cardiovascular, Ginecología, 4 planta de Maternidad y Lactario. Ahora el pequeño David está a punto de cumplir su primer añito, ya hace múltiples gracias y repite las cinco cosas que su papá le ha enseñado. Pronto estará preparado para conocer su historia y empezar a admirar a quienes con sus conocimientos y cuidados le regalaron otra oportunidad.