pSOCIEDAD

nEl cartelde Feria N

***Antonio Luna

***Córdoba

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Parece increíble pero es cierto. La autora del cartel de las fiestas y feria de mayo (por encargo, que no por concurso) ha conseguido plasmar la ideología y la más pura estampa de los cachorros del PP, pijos con aspiración a señoritos pero algo más guaperas el del cuadro, y desde luego a años luz del modelo carromero de Cuba. Se nota que la pintora conoce a la perfección la indumentaria: vaqueros de marca, camisa blanca de marca y por supuesto de manga larga, recién salido de una caseta elitista que tiene que ser pública pero es privada con segurata en la puerta, el catavinos que sirven en esa caseta, los claveles que ha conseguido dando limosna a la gitana que los vende y el sombrero cordobés "bien costeao". Posiblemente a la artista se le ha olvidado pintar, aunque sea a lo lejos, otro feriante más numeroso de momento (depende de los años que mande el PP en Córdoba), a saber: vaqueros de mercadillo o tienda barata, camisa de manga corta y de colores, sombrero de paja de propaganda y en la mano el cacharro o la cerveza en vaso de plástico de la discocaseta o tenderete.

pIN MEMORIAM

nJuan Luque Urbano,un hombre bueno N

***José Graciano Maireles

***Córdoba

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Cuando un amigo se queda para siempre en un rinconcito de tu corazón es lo más grande que te puede pasar y eso es lo que afortunadamente nos ha ocurrido a los que tuvimos la fortuna de compartir gran parte de los 91 años que pasó con todos en Montilla un "hombre bueno" llamado Juan Luque Urbano. Trabajó en Bodegas Cobos siendo infatigable compañero de todos; ya jubilado, en Cáritas, para conseguir ayuda para los más necesitados. Y su mano estuvo siempre dispuesta para darte fuerzas hasta que su corazón dejó de latir. Deja genes artísticos y grandes valores en sus descendientes. En su última etapa alguien mandó un hada llamada Ioana a su cuidado. Cuando te encuentres con tu admirado Antonio Graciano no dejaréis de hablar de vuestros nietos y te confirmará que era todo exactamente como le describías con tus ojos bondadosos. Los que, por suerte, más cerca te tuvimos, llevaremos grabado ese tango que tan bien nos cantabas y que nunca dejó de girar en tu cabecita gardeliana. Y yo, tu amigo del alma, cuando vuelva a darme "un buen baño" contigo en el mar por Fuengirola no dudaré de que el agua "está estupenda".