El motivo de mi carta no es otro que indicarle al señor Gerardo Pedrós su equivocación al reprocharle a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) la corrida de toros que se celebra todos los años en su beneficio. Señor Pedrós, su carta del día 3 de abril, desde mi punto de vista, fue desacertada y cruel.

Desacertada porque su reproche debe ir dirigido a los toreros que son los que generosamente regalan a esta asociación lo que saben hacer: torear, jugarse la vida con arte delante de un toro. Usted y yo sabemos que poca gente se juega la vida en España por una causa. Si lo que busca es "abanderar el protagonismo" que le daría ser antitaurino en Córdoba, cuna de toreros, no se preocupe, va muy bien. Pero, por favor, no pierda el norte y sepa a quién debe dirigir su estoque. No soy un entendido taurino pero cuando he ido a una plaza lo que he sentido es admiración y envidia por los toreros, que disfrutan haciendo arte del miedo tan grande que se siente al ponerse delante de un toro.

Cruel porque cuando usted se dirige a la AECC yo le pediría que no utilice palabras tan "grises". Córdoba también es cuna de médicos, y ¡si luchas, vives!

Alonso Fernández

Córdoba