Hay cosas que no se entienden o se entienden demasiado bien en tiempos revueltos como estos, ya saben, a río revuelto ganancia de pescadores. Como por ejemplo, ¿cómo es posible que alguien haya cambiado de facto el itinerario del Camino Mozárabe a Santiago de Compostela a su paso por la provincia de Córdoba, sin más ni más? ¿Quién? ¿Con qué autoridad o autorización? Hay gente realmente enfadada con este cambio, un cambio impuesto sobre la única razón válida en este tipo de cosas: la tradición y la historia. Desde hace siglos, más de un milenio, el Camino Mozárabe desde Córdoba atravesaba el Valle del Guadiato pasando por Villaharta, Espiel, Belmez, etc., hasta entroncar en Mérida con la Ruta de la Plata, como queda recogido en diferente documentación y hasta publicado por especialistas en el número 27 de 2010 de la revista Muy Interesante ; pero ya no. ¿Que no? Pues no. Alguien, avispado por un previsible filón turístico, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo (si acaso a este último, que siempre está tentando con maldades a la gente sin escrúpulos), ha decidido que el Camino Mozárabe borre de un plumazo su transcurso guadiateño y trace una ruta más al noroeste. En el Guadiato hay mosqueo desde que hace pocos años no se sabe bien quién ha decretado, por su cuenta y riesgo, que los peregrinos den un enorme rodeo de más de cuarenta kilómetros, una circunvalación exagerada e ilógica al parecer motivada --dicen-- por la existencia en el camino habitual de algún embalse; pero, que se sepa, los embalses se atraviesan fácilmente por un puente y esto no justifica el rodeo ni el cambio de trayectoria apuntado, que atentan a la historia y la costumbre. Estas cosas enfrentan a comarcas gratuitamente y perjudican a la seriedad turística y cultural de nuestra provincia. ¿Quién lo ha hecho y por qué? ¿Qué opinan las entidades competentes?

*Profesor