Le es más fácil a algunos acordarse del muerto, cuyo nombre de una calle quieren descolgar.

Esta intencionalidad les asegura el aplauso de los suyos y así se olvidan de las tragedias en que vive esta ciudad.

Sus mentes son sotobosque de esterilidad. Jamás sabremos si les preocupa que Córdoba sea ciudad sin par.

El nombre de esa calle principal es reloj vivo de mi ciudad. Roza al nombre un fino viento que alivia nuestro caminar .

Dejen estar ese nombre en nuestro viejo deambular . Déjenlo vivir y olvídense del empeño para hacerlo «morir».

El nombre está en la pared y a su lado el cielo está con él.

No intentes moverlo ni golpearlo porque en el futuro a ti también te harán caer .

Déjenlo, allá arriba, para que se le pueda ver.

¿De quién viene ese descuelgue y para qué?

No intenten manchar su memoria para así conquistar el poder.

<b>José Javier Rodríguez Alcaide.

Hijo adoptivo de Córdoba</b>

Córdoba