Suenan los músicos del patrimonio de la humanidad, que tocan el violín debajo de la Puerta del Puente-Arco del Triunfo. Pero su sonido, por lejano, no adorna al C4, A3, Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, situado en la Córdoba reformada, la de las antiguas vaquerizas, cuando la ciudad, todavía sin Puente de Miraflores, se adaptaba al siglo XXI porque los cordobeses se estaban acostumbrando a mirar al río. Los pájaros del Guadalquivir cantan como siempre, como cuando pasaba por aquí la carretera de Madrid y al otro lado solo había vacas y un futuro de inciertos negocios particulares con olores.

El Puente de Miraflores, al final de la calle de la Feria, te adentra en el futuro de esta zona, en esa mole blanca de arte moderno --tan parecida al Palacio de Justicia y al Centro de Ferias y Congresos del Parque Joyero--, por donde antes se instalaba el circo, había aparcamientos y ahora sobresale la torre de la Catedral de la portada de la Feria. Después del puente, los jardines de Miraflores enseñan las paredes pintadas de Agustín Ibarrola, la escultura sobre la paz del Equipo 57 y un monolito de granito de Pepe Espaliú en el que el artista cordobés deja constancia escrita de que «el Sida me ha enseñado casi todo lo que sé sobre la rabia, miedo, verdad y amor». Luego hay un espacio de sueños inconclusos, los que generó el Palacio del Sur, y la contundente actualidad del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, un futuro envuelto en los restos de la historia, de una Córdoba todavía por hacer. En el Centro de Recepción de Visitantes señalan este espacio como el de una almunia; aquí, sobre el suelo del Campo de la Verdad, se dice que donde se levanta el C3A se construyó el arrabal de Saqunda, el más antiguo de Qurtuba, de época emiral, que en el 818 se levantó contra Alhaken I y fue arrasado por el emir. Ahora, cuando la ciudad va calculando su futuro en espacios de la historia, se viene a este, tan aislado, que es ideal para contemplar la otra Córdoba. Desde aquí, donde se expone el mundo de Pepe Espaliú en círculo íntimo. Donde el arte se ha venido a descansar y echar raíces. En el todavía misterioso C3A. Asignatura de mayo.