El presidente de la Generalitat ofrece diálogo, pero solo en un sentido, en el de que los demás acepten sus argumentos. La conferencia de ayer en Madrid, en la que bajó el tono sobre la supuesta desconexión, pero no sobre el referéndum unilateral, no tendría por qué ser mala iniciativa de no ser porque el convocante rechaza explicar su posición en el Congreso de los Diputados.