A los bomberos de Córdoba les ha sentado como un jarro de agua caliente en medio de un pasto ardiendo que en los nuevos uniformes aparezca «bómberos de Córdoba» con la tilde mal empleada. Lo que no hubiera pasado de mera anécdota, con tanto frente abierto con el Ayuntamiento, se ha convertido en combustible para avivar el enfado.