Cuando parecía que el bipartidismo estaba en vías de extinción, resurgen con fuerza, y por motivos distintos, los dos grandes partidos: PSOE y PP. El punto de partida, la moción de censura de los socialistas. Con ella Sánchez consiguió la Presidencia del Gobierno de forma instantánea, con el apoyo de los que perfectamente sabían que no convocaría elecciones. Ello lo ha confirmado Sánchez, que agotará la actual legislatura hasta el 2020, y ninguna voz de los que le apoyaron se ha levantado recriminándole su falta de cumplimiento a la verdad de lo que en la moción de censura prometió: la urgente convocatoria de elecciones. Con ese cambio de actuación, que era más que previsible, y con la designación en su Gobierno de algunos miembros independientes y de valía profesional, ha sabido acallar a Ciudadanos, a los populistas e incluso a los soberanistas, que ya controlan sus propias administraciones. El perjudicado de todo ello, el partido naranja, Ciudadanos, que con encuestas a su favor en intención de voto, ve cómo al alejarse el horizonte electoral sus mejores resultados en los últimos sondeos se van desinflando. Pero Podemos es otro partido que va perdiendo fuelle, no solo por sus crisis internas sino porque no le queda más remedio que arrimarse a Sánchez, a pesar de no haber conseguido ningún cargo en el nuevo Gobierno. Y es que éste ha propuesto algunas políticas sociales y de defensa de la mujer, que todos los españoles reclamamos, pero que Iglesias se ha encargado de manifestar que dichas propuestas eran iniciativas de su partido, con el único objetivo de no perder protagonismo y seguir estando presente; y eso, que prácticamente Sánchez ha venido a decir que poco reforma se puede hacer ahora, siguiendo con la política continuista del Gobierno de Rajoy. Incoherencias políticas que no se entienden.

Y por otra parte, a pesar de la salida abrupta de Rajoy de la Presidencia, que ha sabido llevar con dignidad política y personal, entra el PP en un nuevo escenario con fuerza y energía, pasando de nuevo a estar en primera fila. Sin querer designar Rajoy a su sucesor, comienza el proceso de primarias para ver quién le sucederá. Y realmente es interesante comprobar quiénes se postulan como tales, quiénes deciden no presentarse y quiénes manifiestan abiertamente su apoyo a uno u otro candidato. El protagonismo ahora es del PP, en la elección del nuevo sucesor/a de Rajoy, no ya sólo en la Presidencia del PP, sino que esa persona será el/la candidato/a a Presidir el Gobierno de España. De los seis candidatos que se han presentado, cobran especial relevancia el duelo de las candidatas, y tanta madera tienen una como otra. Se presentan unos días movidos e ilusionantes para el PP, sus afiliados y simpatizantes. El protagonismo de la sucesión a Rajoy, y de la posibilidad de una candidata a Presidenta del Gobierno, hace que los partidos tradicionales se renueven y entren de nuevo en liza populares y socialistas. El tiempo dirá si continúa el bipartidismo.

* Abogada