Los primeros trabajos para la ejecución de la futura biblioteca pública estatal de los Jardines de Agricultura --los Jardines de Los Patos-- comienzan a partir de mañana, una buena noticia tras la larga travesía del desierto de la inversión pública en nuestra ciudad. Los plazos acordados prevén que el nuevo equipamiento esté terminado en abril del 2018, casi una década después de que se adjudicara la redacción de este proyecto, auspiciado por el Gobierno del PSOE, impulsado en la etapa de ministra de la cordobesa Carmen Calvo, paralizado en el 2009 por falta de fondos y retomado ahora por el Gobierno del Partido Popular. Así, el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes habilitó una partida presupuestaria que permitió la adjudicación de la obra en octubre pasado --lo construirá la firma Banasa por 8,7 millones de euros, si bien el presupuesto global alcanzará 10,5 millones--, tras unas semanas de incertidumbre que surgieron cuando se publicó la licitación y el alcalde, José Antonio Nieto, expresó sus dudas sobre la ubicación y dijo que propondría al ministerio otros emplazamientos. Finalmente, el ministro José Ignacio Wert respondió en junio pasado a una pregunta del PSOE en el Senado, y dijo que la biblioteca se haría tal y como estaba proyectada, con lo que el debate quedó zanjado.

Y es que el de la Biblioteca de Los Patos es un proyecto al que no se le pueden poner peros a estas alturas. Es posible que la idea del alcalde fuese positiva --no restar espacio a un jardín histórico en el centro de la ciudad y al tiempo potenciar otras zonas, como Miraflores-- y mejorara el proyecto, adaptándolo a las necesidades de los tiempos actuales, pero se ha visto atropellada por el discurso de una programación que ya estaba en marcha y que corría graves riesgos de perderse ante cualquier parón o modificación que se le planteara. Además, Cultura se compromete a que la rosaleda, cuya eliminación resultó polémica, vuelva a implantarse como "icono" del nuevo edificio.