Nuestra efusiva felicitación al Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, que se viste de gala con motivo de la festividad de su Patrona, la Virgen del Pilar. Extensiva a todos los guardias civiles y familiares dependientes de la Comandancia de Córdoba.

Desde su fundación la Guardia Civil se ha ido integrando en la Historia de España de tal forma que ya es parte de ese crisol de diversidad que la conforma, infundiendo un sentimiento de identidad y continuidad transmitida de generación en generación como salvaguarda indispensable del orden y la ley. Están tan íntimamente relacionados estos dos conceptos en la idiosincrasia de los españoles que ya no sería posible que hoy, ante cualquier desgracia o acto delictivo o criminal, no se solicitase su presencia.

Nuestra Benemérita, presente en todos los rincones de nuestra geografía nacional, que ha sido sujeto activo de toda nuestra historia contemporánea es sin lugar a dudas, el cuerpo que más sangre ha derramado en pro del bienestar público, no en vano el ejercicio de su profesión exige incluso la entrega de su propia vida, como tantas veces ha ocurrido. Entre sus preceptos principales su fundador el Duque de Ahumada les exigió además del culto al honor como su principal divisa, que no deberían ser temidos, sino por los malhechores, ni temibles sino por los enemigos del orden y del fisco. De ahí que, en esta dimensión resida el hecho de su personalidad adaptada constantemente en un proceso de perfeccionamiento continuo a la evolución de los signos de los tiempos.

Por su especial formación y espíritu militar, la Benemérita forma parte de los más importantes y prestigiosos cuerpos de seguridad europeos tales como Gendarmerie Nationale de Francia, Cuerpo de Carabinieri de Italia, Guardia Nacional Republicana de Portugal y Koninklijke de los Países Bajos entre otros, siendo reconocida tanto a nivel nacional como internacional como unos de los cuerpos policiales mejores del mundo. Sin embargo los guardias civiles efectivos y fieles servidores de la ciudadanía no están en consonancia, en cuanto a sus emolumentos, con ninguno de los cuerpos de seguridad europeos que antes he citado, ni tan siquiera con los cuerpos policiales que existen en España. Resulta paradójico pero es así. Ni es de recibo ni es ético que los guardias civiles, desde el guardia recién ingresado hasta el general, sean retribuidos en menos cuantía que sus asemejados compañeros de la Policía Nacional, y ya estos se distancian a su vez en menor cuantía, muy mucho de la policías locales y autonómicas.

No deseo reivindicar nada, no me pertenece ese dominio. Solamente he querido contrastar que el alto reconocimiento que la sociedad tiene hacia los guardias civiles no les es correspondido por nuestros representantes en los poderes públicos, en la manera en que deberían hacerlo por su merecimientos y en justa compensación por el duro trabajo que realizan en favor de la sociedad a la que sirven.

Aprovecho esta oportunidad para felicitar al nuevo Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de esta capital, Ilmo. Sr. Don Juan Carretero Lucena, teniente coronel, diplomado de Estado Mayor. Su magnífica acogida y ofrecimiento personal hacia nuestra Hermandad es de obligado cumplimiento resaltar. Sus destinos en las provincias de Málaga y Sevilla, Departamento de Seguridad de Presidencia del Gobierno, Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro, Estado Mayor de la Guardia Civil, Secretaria de Estado de Seguridad y otros, definen el perfil de este brillantísimo oficial de la Guardia Civil destinado a la Comandancia de Córdoba, retomando responsabilidades sobre la seguridad ciudadana en su sentido más amplio, heredando de sus antecesores el enorme prestigio del que goza la Guardia Civil en la provincia cordobesa.

Reitero mi noble pretensión de felicitar a todos los miembros de la Benemérita y a sus familiares en el Día de la Guardia Civil y su patrona, la Virgen del Pilar.

* Presidente de Habecu-Córdoba (Hermandad de Amigos del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil de Córdoba)