Como ya se han publicado otros artículos en este diario sobre la Batalla de Munda, expongo resumido su desarrollo: La Betica y Córdoba, su capital, era partidaria de Julio César pero se pasó al partido de Pompeyo por la mala política del Pretor Quinto Casio Longino, que se distinguió por su avaricia y crueldad

Julio César decidió enfrentarse a Cneo Pompeyo, cuyas tropas estaban mandadas por Tito Labieno, su antiguo general en la Galia, y en una espectacular marcha desde Roma en el año 46 a.C., se presentó en solo veintisiete días en Obulco (Porcuna), y durante el viaje escribió el poema ITER. Su ejército estaba compuesto por ocho legiones y 8.000 soldados reclutados a los que se unieron las tropas que tenía en Hispania, y los pompeyanos con una tropa formada con 73.000 hombres.

Sexto Pompeyo, de 22 años, inexperto en la guerra, se encontraba en Córdoba, y Cesar se dirigió a ella instalándose en el barrio de Secunda (Campo de la Verdad) para hacerse con el control del puente de pontones sobre el río y sitiar la ciudad. Al mismo tiempo mandó tropas a la cesariana Ullia (Montemayor), cercada por Cneo Pompeyo. Al enterarse que estaba sitiando la capital, levanta el sitio de Ullia y se dirige a Córdoba, lo que obliga a César a dejarla y marcha a Ategua, recinto fortificado ibérico de los mayores de la provincia, junto a la actual Santa Cruz y a Ucubi, Espejo, ciudades afines a los pompeyanos para tomarlas, ya que en esta última tenía Cneo su cuartel general.

Dion Casio en su Historia Romana dice: «Obligado César a continuar la guerra en invierno, no intentó nada contra Córdoba, pero se enteró que en la ciudad de Ategua había mucho trigo, y se volvió contra ella y, sin tener reparo por ser una plaza muy fuerte, y confiando que sus habitantes se aterrarían al ver su numeroso ejército, por temor le entregarían la ciudad. En poco tiempo la rodeó con empalizada y foso».

Días después se rinde y así se relata en De bello hispaniense: «Lanzáronse desde la muralla unas tablillas con el escrito siguiente: ‘Lucio Munacio a César. Si me concedes la vida, ya que Cneo Pompeyo me ha dejado, de la misma manera que me porté con él, con el mismo valor y tesón me portaré contigo a partir de ahora’. A la vez los enviados de la ciudad que habían salido de ella se presentaron ante César diciéndole que si les perdonaba la vida, al día siguiente le entregarían la ciudad. Respondioles que él era César y que cumpliría su palabra. De esta forma, el 19 de febrero del 45 a.C. se apoderó de la ciudad y fue proclamado Imperator».

Entregada, César se dirige a Ucubi, y el 17 de marzo del 45 se encontraron, según De bello hispaniense, en los Campus Mundensis, localizados en los Llanos de Vanda, de unas cinco millas, rodeada por una elevación del terreno y por un arroyo, llamado hoy Carchena, en cuyos aledaños tuvo lugar la batalla decisiva de César frente a Cneo Pompeyo, hijo mayor de Pompeyo Magno, y su lugarteniente Tito Labieno. En el espacio comprendido entre Munda, próximo a Montilla; Ulia; Ategua; Ucubi; parte del término de Soricaria, posible Castro del Río, porque cerca de este lugar César había mandado levantar un campamento llamado Castra Postumiana; Corduba; Carcesa, (Nueva Carteya); y Torreparedones. Estas tres últimas ciudades dominadas por los pompeyanos.

Ambos ejércitos se enfrentaron con un número muy semejante de fuerzas. Los cesarianos tomaron la ofensiva pero Cneo, que estaba en situación ventajosa, les hizo flaquear.

César reacciona gracias a su pericia y coloca la Legio X Equestris, su favorita, en vanguardia procediendo a atacar con la caballería por la retaguardia. Esto hace desmantelar el ejército de Cneo gracias a la destreza de estas tropas y a la táctica muy estudiada por la experiencia que tenía de tantas guerras. El enfrentamiento fue de una magnitud espantosa, más de 40.000 muertos, entre ellos el general Tito Labieno. De César dicen que comentó: «A menudo he combatido para conseguir la victoria, pero hoy por primera vez, he luchado por mi vida». E incluso dicen que pensó suicidarse. Cneo Pompeyo huyó y descubierto es asesinado cuando iba a marcharse con su flota a África.

En esta batalla de Munda, con su victoria, se empezó a forjar el Imperio Romano.

Otros historiadores la sitúan en el cerro de las Balas entre Ursu (Osuna) y Astigi (Écija). Y otros por Ronda. Pero por lo relatado en De bello hispaniense, cuyo autor tomaba los datos en el mismo campo de batalla, y Dion Casio en su Historia Romana se ha creído desde antiguo que fue próximo a Montilla, porque nombran un arroyo, posiblemente el de Carchena y otros parajes cercanos a las referidas ciudades de Corduba, Obulco, Ategua, Ucubi, etc., etc. y por los determinantes estudios en 1887 del coronel de Napoleón III Eugène Stoffel, apoyados por Adolf Schulten en 1940. H

* Ingeniero Técnico Industrial.

Académico Correspondiente.