Si don Antonio Machado levantara la cabeza, se enterara de cómo funciona ahora el debate público, y supiera cómo ha sido arrastrado y exaltado a cuenta de un informe elaborado para el futuro callejero del Ayuntamiento de Sabadell cuestionando la plaza que allí tiene por «su trayectoria españolista y anticatalanista»... ¿Qué sentiría, qué diría, qué pensaría? Menos mal que el alcalde de la localidad catalana ya ha dicho que Machado se queda en su plaza. Ay, dan ganas de pedirle perdón al poeta por haber recordado su insigne nombre a causa de un motivo tan espúpido, pero, como él mismo dijo, «en España, de cada diez cabezas nueve embisten y una piensa».