La decisión de implantar en España la alta velocidad ferroviaria, que hoy se contempla no solo como un paso lógico, sino indispensable en la red de transportes, no era tan sencilla hace unas décadas. La enorme inversión y las dudas sobre la rentabilidad pesaron, al igual que las presiones sobre el itinerario que debería seguir la primera línea. Al final, el Gobierno socialista de Felipe González decidió enlazar Madrid y Sevilla, coincidiendo con la celebración de la Exposición Universal de 1992, y Andalucía tuvo la oportunidad, históricamente negada a nuestra tierra, de beneficiarse de una enorme inversión en infraestructuras que en este caso iba ligada al concepto de modernidad, a las nuevas tecnologías y al avance económico. Han pasado 25 años desde que, tal día como ayer, el AVE hizo su primer viaje comercial. Córdoba tuvo la fortuna de encontrarse en ese itinerario y contar desde el primer día con ese nuevo tren rápido que cambió para siempre el concepto de las comunicaciones en nuestra provincia. Con los años, nuevas líneas han hecho llegar el AVE a distintos puntos de Andalucía y España, desde Málaga a Valladolid, León, Zaragoza, Valencia o Barcelona. En total, son ya 26 provincias las conectadas, cubriendo 47 destinos y al 67 % de la población. En estos momentos, España cuenta con 3.240 kilómetros de vías férreas de alta velocidad, es el segundo país del mundo después de China, y, con sus luces y sus sombras, puede decirse que el AVE y sus 354 millones de pasajeros han confirmado que era una apuesta ganadora.

Andalucía ha conseguido, con el AVE, no quedar «descolgada» de una España que ni miraba ni contaba con el Sur, si bien la vertebración territorial conseguida está lejos de ser completa: ahí están los ejemplos de Granada, que lleva dos años sin tren, y lo lejos que están Jaén y Almería de conseguir esta conexión. A ello se suma la exigencia lanzada por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, de los dos ramales del llamado Corredor Mediterráneo, con la necesaria conexión almeriense, pero también desde Algeciras. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado algunas inversiones, principalmente en trenes --500 millones adicionales-- y, para el año 2018, el bypass de Almodóvar del Río, que rodeará este municipio cordobés para conectar directamente Sevilla y Málaga. Y, junto con estas importantes inversiones que seguirán extendiendo la red de alta velocidad, hay que reivindicar el transporte ferroviario de cercanías y media distancia como una opción de futuro, sostenible medioambientalmente y basada en criterios de eficiencia y rentabilidad.

Para Córdoba hay mucho que celebrar tras estos 25 años en los que su estación se ha convertido en nudo de comunicaciones por excelencia. El AVE ha impulsado el sector servicios y el turístico, ha dado facilidades al mundo de los negocios y ha situado con fuerza la marca de nuestra capital, que ya no puede definirse como «lejana y sola», pero sus ventajas no son milagrosas ni suficientes si no van acompañadas de otras inversiones e iniciativas.