El abandono de la obra del futuro Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones de Córdoba por parte de la empresa adjudicataria, la granadina UCOP, añade un eslabón radical --si bien no definitivo-- a la cadena de problemas en torno a este equipamiento, que debería haberse terminado en julio del 2016.

Cuando en al final del último mandato del PP en el Ayuntamiento empezaron las obras para adaptar a la función de centro de exposiciones el pabellón del Parque Joyero cedido por Cajasur a la ciudad, la oposición no estaba de acuerdo con ese proyecto. Pero una vez iniciado el actual mandato de PSOE-IU, se decidió seguir adelante. Luego ha ocurrido lo que en otras muchas obras públicas, en las que las firmas adjudicatarias piden más fondos de los estipulados y colocan a las administraciones en la tesitura de ceder o encontrarse con la obra «colgada». Si, además, las empresas entran, como UCOP, en concurso de acreedores, se crea el escenario perfecto para la paralización de las obras, el intercambio de demandas administrativas o judiciales y los lentos trámites para la nueva adjudicación. Entre medias, el deterioro de las instalaciones dejadas a medias, el costo de la vigilancia, la imposibilidad de programar usos en el futuro equipamiento y, en resumen, la pérdida de tiempo y dinero. Como hemos reseñado en anteriores ocasiones, las administraciones deberían extremar el cuidado al adjudicar, vistos los numerosos casos de incumplimiento.

Esto ha pasado en los dos edificios con los que Córdoba quería, resolver, por fin, una carencia que ya es de décadas en su oferta de instalaciones para la celebración de congresos y otros eventos que favorezcan un turismo cultural, científico o empresarial, del que está acreditado que es el que mejores réditos produce a las capitales, y en el que Córdoba ha ido perdiendo competitividad. La Junta de Andalucía ya ha conseguido desbloquear la remodelación del Palacio de Congresos de la calle Torrijos, que estará terminada en el 2018 tras encomendársela a la empresa pública Tragsa. Ahora, el Ayuntamiento de Córdoba se enfrenta a las dificultades de reconducir el Centro de Convenciones, y ha remitido al Consejo Consultivo su reclamación de 2,4 millones de euros a UCOP por los daños y perjuicios que le causa la resolución del contrato.

El culebrón, por tanto, continúa, en una pesadilla administrativa que dificulta el objetivo municipal de tener listo el pabellón el año que viene. Resolver este asunto es importante, no solo por el inmueble en sí y los gastos fijos que ocasiona al Ayuntamiento, sino porque su puesta en marcha puede suponer una reactivación de esa zona industrial, un impulso al propio Parque Joyero, una solución para la organización de eventos y una justificación para la reordenación de los accesos y comunicaciones, pues no hay que olvidar que en los planes de aquel «metrotrén» del PP que el actual gobierno local amplia al objetivo de cercanías, se preveía la construcción de un apeadero para poder llegar en tren.