El exlíder de la extinta Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y presidente del «sucesor» de ese partido, el actual PDECat, se encuentra en el ojo del huracán tras las confesiones ante el juez de los saqueadores del Palau de la Música, que aseguran haber financiado a CDC con sus mordidas. Aunque ellos sean corruptos declarados, Mas tendrá que dar muchas explicaciones.