El Puente Romano con vistas a la Mezquita, cuyo muro sur luce alfombras y estandartes que anuncian el Corpus, está a estas horas de la mañana más animado que la Feria, quizá porque el acordeón del músico extranjero y las dos guitarras de los muchachos jóvenes completan el apacible tránsito por este espacio del arte. Una mujer árabe, cubierta hasta las narices y que solo enseña sus ojos que acaba de tapar con unas gafas de sol, junto a la Calahorra, añade más internacionalidad a esta zona que esta mañana sirve de escenario para los coros rocieros que desfilan para el Real. Las primeras casetas de las calles Mezquita y Judería han roto la quietud que viene después del café y en la del Valle de los Pedroches, donde Villaralto luce algunos de sus monumentos en pósteres, las mesas sorprenden por estar casi todas ocupadas, pasadas solo las 13.30, con tapas y cervezas.

Cuando la reflexión es aún posible por las calles del Arenal se llega a apreciar la belleza del recinto, al que el verde de la zona y el colorido de las casetas y las flores le transmiten la peculiaridad de ser un espacio donde amontonar vivencias. La caseta de Cajasur se llama ahora Palacio Viana, el Rincón Cubano de Izquierda Unida no cuenta con la masiva presencia de sudamericanos de otros años, la Federación de Asociaciones de Vecinos luce el espacio vacío de su caseta en la calle Guadalquivir y el notable aumento de mujeres vestidas con trajes de gitana son algunos detalles de esta Feria que se pueden reflexionar y anotar a esta hora en que no se sabe por dónde tirará el día. El Puente del Arenal muestra la belleza de río del Guadalquivir, en el que unos patos blancos parece como si fueran en grupo a la Feria. El vacío C-4, un edificio construido para el arte, critica con su presencia improductiva que no todos los proyectos comienzan con buen pie.

A las 18.30 sigue el flujo por el Puente Romano, activo desde su construcción, pero ahora sin música, que para eso es siesta. Esta mañana unas niñas iban vestidas de comunión y esta tarde una novia se sube en un taxi junto a la Mezquita. La belleza, la vida y el futuro se mueven por esta ciudad en Feria.