¿Qué explicación pueden dar los expertos ante tantos episodios dramáticos como hay en la actualidad?... Como son: la continua violencia de género (por falta de respeto a la mujer), asesinos que no respetan la vida ajena, ni siquiera la de un niño (falta de un corazón para amar), acoso escolar (falta de educación), políticos que no cumplen con su deber (falta de honestidad), gente que conduce bajo los efectos de la droga o el alcohol, provocando accidentes mortales (falta de responsabilidad), relaciones que no funcionan (falta de respeto mutuo), una parte de juventud distraída, viviendo el presente sin planificar su futuro (falta de proyecto), gente pasando hambre en el siglo 21 (falta de solidaridad) y así un largo etcétera.

El papa Francisco diría: «Todo lo que falta en vuestra sociedad, lo tenéis en la doctrina cristiana». Ahí están las virtudes del respeto, el amor fraterno, la honestidad, el entendimiento, la paciencia, la humildad, la solidaridad y todas aquellas virtudes que, quien las practica, encuentra una vida llena de paz, alegría y felicidad. Hablamos de una sociedad culta, pero se está abandonando la enseñanza principal: vivir cristianamente. Parece que lo tenemos todo, pero nos falta hacernos eco del amor de Dios, que evite los roces de toda convivencia y que nos aporte ese sentido divino de la vida. Pues eso, lo que dijo Pitágoras: «Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres».