Aquellos abuelos tenían lo que había que tener. Aquella república que tantos invocan ahora para separar, resulta que en 1934 estaba dirigida por quienes utilizaron la Constitución y las leyes para encarcelar a los separatistas catalanes. Gente sin complejos. El 6 de octubre de 1934, Lluís Companys proclamó el Estado catalán, y el poder republicano le envió al general Batet, que detuvo, encarceló y envió a Madrid para ser juzgados a todo el Govern. Por supuesto, la autonomía catalana fue suspendida el 2 de enero del siguiente año. Juzgados el 6 de junio de 1935, los tribunales republicanos los condenaron a treinta añitos, que debían cumplir en El Puerto de Santa María, unos, y en Cartagena, otros. Meses más tarde, con la victoria del Frente Popular, como es lógico, las cultísimas hordas radicales, tan amantes del respeto a las Constituciones y a las leyes, impusieron la presión como única ley y consiguieron que los traidores fueran amnistiados. Eran tiempos interesantes -como dijo alguien-- de preguerra civil, el pifostio generalizado, el aquí mando yo porque tengo la pistola más grande, etc... Y todo se fue al guano. Pero ahora no. Nos ha garantizado Rajoy de su vibrante verbo aguerrido y temerario que ni va a haber referéndum separatista ni va a haber separación. Es más, el otro día en Barcelona, en el transcurso de esa manifestación estelada antiespañola tan bonita con la Sardá emocionada hasta el llanto, el presidente dice que no oyó la pitada, ni los insultos, ni vio la falta de respeto al Jefe del Estado, al Gobierno legalmente constituido que él representaba allí, ni a los muertos. Rajoy, el nuevo Chamberlain de la política española, cree que va a calmar a la fiera con más de las ya aprobadas inversiones, concesiones, etc. Habrá que recordarle que cuando Chamberlain tragó con las exigencias de Hitler, Churchill le espetó que para evitar la guerra había elegido el deshonor, pero que tendría -como así ocurrió-- el deshonor y la guerra. Este gobierno puede seguir eligiendo el deshonor, al final tendrá el deshonor y la secesión. Ya sólo queda la intercesión de la Virgen del Pilar y Santiago Matamoros. Mal asunto.

* @ADiazVillasenor