Los Verdes, entre otros grupos de la ciudadanía que arremetían los días pasados contra la Torre Prasa, expresaban de forma precisa su reivindicación. Eran los únicos que a mi entender lo hacían desde un concepto de ciudad y desde la ciudadanía, ya que afirmaban no estar en contra de la torre, les daba igual cualquier proyecto, sino expresaban, de forma contundente, su ambición de la recuperación para la ciudad de ese espacio que en su día fue público y formaba parte de los jardines municipales de La Victoria, ya que dicha parcela fue otorgada, en cesión de uso, suponían y supongamos, que no vendida, compensada o cambiada para edificar un hotel de la cadena Meliá, por la Corporación de aquellos años, y que su deseo es que debería volver a ser pública y revertirla de forma legal a la empresa que le otorgó la concesión de ocupación, es decir, el Ayuntamiento de Córdoba.

No sé por qué, anoche soñé que paseaba por los Jardines de Vallellano, debe de ser porque están en plena remodelación y me fastidia con el calor que hace bordearlos para ir al barrio del Alcázar Viejo, y como digo, en mi paseo en sueños, me colaba entre vallas, tierras removidas, piedras y adoquines a montones, y en un momento debí de alzar la mirada depositándola sin querer en la sierra de Córdoba, no podía ser, me decía, hasta entonces el mamotreto del Hotel Meliá me impidió desde mi arribada a Córdoba alejar la vista a lo que escondía detrás, la sierra. Me entusiasmé tanto que seguí con la vista paseando por lo más alto de la sierra, la Aduana, las Ermitas y en estas me adentré, sentándome en el sillón del moro. Desde allí lejos del polvo de los jardines que pisaba, contemplaba la ciudad, ¡qué gustazo! Descubría cómo en la treintena de años que llevaba en Córdoba el desarrollo urbanístico había sido de forma indiscutiblemente audaz y sagaz, repasaba desde Levante a Poniente toda sus nuevas construcciones y la mirada de pronto topó y se posó en una torre muy alta. Al final de tanta polémica, la habían construido, me dije, era esbelta, luminosa, contorneada, era muy bella, pero no estaba ubicada en el lugar de la polémica, aparecía escorada hacía el poniente de la ciudad, rodeada de jardines, fuentes y en una gran avenida. que me resultaba familiar. No sé cuanto tiempo estuve embelesada en ella pues sonó el despertador que me hizo levantar de la cama, vestirme y salir para el trabajo, di los buenos días a los trabajadores que me encontraba a esa hora de la mañana que aún fresca resultaba agradable, tardé unos minutos más en bordear los jardines que fueron objeto de mi sueño, esperé en la Avenida de Vallellano a que me recogiera la compañera Toñi, llegó, me subí al coche y una vez más pasamos por delante del Meliá y comprobé que este aún estaba allí, como siempre, hecho un mamotreto. Me pareció mas rancio aún que en mi sueño, y me prometí que cuando lo derribaran, si es que llegaba algún día la ocasión de verlo, mi sueño lo escribiría y lo enterraría en papel, para que ese agujero que había dejado el hotel se convirtiera por algún conjuro engendrado por las civilizaciones pasadas en un solar maldito para edificar, un lugar que sólo pudiera ser un hermoso jardín con fondo campestre de sierra lejana y evocadora. Mientras lo maldecía una y otra vez de forma ingenua, pensaba en su publicación, si se hace será la ilusión de su devenir.

pAYUNTAMIENTO

nEl dedo de las destituciones N

***Ricardo Avalos Burgos

***Córdoba

cEl dedo de las destituciones ha señalado a Mercedes Mayo en su puesto de secretaria general de la Gerencia de Urbanismo.

Los que llevamos trabajando en el mundo jurídico de esta bendita Córdoba no necesitamos que nadie glose los valores profesionales y humanos de Mercedes.

Tampoco desconocemos las dificultades que implica el ejercicio del cargo de secretaria de Urbanismo que hasta ahora ha ejercido. Por eso, es evidente que la ciudadanía merece una justificación razonada y convincente del cese de Mercedes y ello porque la pérdida de confianza del equipo municipal en Mercedes puede suponer la pérdida de confianza de la ciudadanía en el equipo municipal. Debemos recordar lo que decía aquel viejo proverbio británico de que "cuando apuntas con el dedo recuerda que tres dedos te señalan a ti".

No, no debemos guardar silencio ante estos hechos pues, aun aceptando la frase de Dostoievski , cuando decía que "todos somos responsables de todo ante todos", si no alzamos nuestra voz ante estas situaciones, podemos hacernos cómplices de las mismas y es evidente que cada cual debe afrontar sus propias culpas.

pAGRADECIMIENTO

nA la cuarentuna N

***Familia Zurita García

***Montoro (Córdoba)

c

No quisiéramos dejar pasar más el tiempo sin escribir esta carta de agradecimiento, aunque si así lo hiciéramos jamás podremos olvidar aquella noche serena de abril, en la que "inquietos luceros" cubrieron el cielo montoreño, queriendo así ser testigos del cariñoso gesto que la Asociación de Antiguos Tunos de Córdoba tuvieron hacia nuestra querida Virgen de la Fuensanta, gesto que, 23 años después, y gracias al buen hacer de nuestro querido amigo Damián Cánovas Calero, han querido ratificar en una noche de Veleras tan significativa para nosotros, y ante nuestra copatrona: su nombramiento como Madrina de Honor de dicha Tuna.

Gracias por adornar la noche montoreña con vuestras inconfundibles canciones.

Gracias por unir vuestras voces a las nuestras bajo los acordes de Arroyo de Corcomé y gracias en definitiva por poner a los pies de la más bella flor, Nuestra Señora, vuestro sentimiento y cariño más sincero. Nuestro agradecimiento también a don rafael Rabasco, párroco de San Bartolomé, por abrirnos las puertas del templo para la celebración de tan emotivo acto y a don Andrés Rodríguez y su junta directiva por su colaboración.

Queridos tunos: os deseamos que la Virgen de la Fuensanta sea vuestra guía y protectora, y que cada cinta de vuestra capa guarde por siempre y para siempre un pedazo de corazón montoreño.