Si Vd. no tiene un aniversario, centenario o milenario que celebrar ya puede olvidarse de subvenciones y sitio en el calendario. Basta echar una mirada a la programación cultural de su pueblo, o la de su provincia, o la de la Junta, o a la del Gobierno de Madrid, o a la del Cervantes, o a la de la Real Academia, para comprobar que toda actividad está en función de efemérides. de nacimientos y muertes. Mi querido Pedro Roso, poeta y maestro de poetas, escribía a finales del siglo pasado «...Este puñetero y larguísimo fin de siglo, en el que parece que no se nos reserva otro papel que el de oficiantes en el rito del homenaje y la conmemoración... ¿Cuántas efemérides nos quedan por cumplir?». Pues ya ves, esto no termina con el siglo, más bien se ha acentuado esta epidemia del botafumeiro a la mayor gloria del celebrante de la liturgia. Basta echar una ojeada a los periódicos para ver que en Sevilla andan inaugurando el cuarto centenario de Murillo, que tuvieron que prorrogar al 2018 pues el año del aniversario de su nacimiento, que es este, se les acababa. Miedo da la que se avecina con el 90 aniversario de la reunión de los poetas de la generación del 27 --aquella famosa foto de los libros de bachiller, tomada en Sevilla--. Mientras tanto en Jaén, pero también con discos y libros, se oficia el 75 aniversario de la muerte de Miguel Hernández con una gran exposición a la que peregrinarán quienes jamás leyeron al poeta de Orihuela. En Almería, su ciudad natal, pero también en Madrid rescatan a Carmen de Burgos, La Colombine, la primera española que como periodista trabajó en la redacción de un periódico. Se cumplen ahora 150 años de su nacimiento y con tal motivo tiene dos exposiciones sobre su vida y obra en Madrid y una en Almería, pero se lee poco y su obra no es fácil de encontrar. La Colombine dejó plantados en Almería a su marido e hija y se fue a Madrid a ejercer el periodismo, a su llegada lo primero que hizo fue visitar la tumba de Larra y luego hacerse amante de Ramón Gómez de la Serna, que no estuvo a la altura de tanta mujer. Por seguir contando lo que leo estos días, la Real Academia se monta un pifoste lúdico literario en Huelva y Madrid sobre el 525 aniversario de la Conquista de América a la que llama Encuentro entre dos mundos, y al poeta Vicente Aleixandre, con la casa de Velintonia en ruinas, lo reviven ahora a cuentas del cuarenta aniversario del Nobel.

Pero lo más desternillante está en Málaga, una empresa azucarera, La Salsa, ha llenado de banderitas rojigualdas el centro de la ciudad porque dice estar celebrando el cuarenta aniversario de la Constitución, que justamente será dentro de un año. Volviendo a Roso, nos pesa ya demasiado la memoria.

* Periodista