Las acusaciones de la UDEF contra el que fue consejero de la Junta de Andalucía a finales de los años ochenta son muy graves, pues indican que creó un holding empresarial, con personas interpuestas y regalos a funcionarios, para adjudicarse cursos de formación, de los que en algunos casos llegaba a desviar para las arcas de su grupo el 50% del dinero destinado a los docentes.