La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, propuso ayer que España aproveche para convertir la situación de riesgo surgida en Cataluña en «una oportunidad para todos», en la que se aborden, con criterios de Estado, las necesidades de la financiación autónómica, y termine este modelo «a subasta» en el que, en función de las mayorías parlamentarias, unas comunidades se ven beneficiadas en detrimento de otras, como el País Vasco y Canarias en los PGE del 2017. En Los Desayunos de Diario CÓRDOBA, expuso su ya conocida posición sobre el tema catalán --«si grande es la amenaza, grande ha de ser la unidad»--, posición adoptada por el PSOE, y dio a entender que Andalucía no puede pagar el precio de la solución que se busque para Cataluña. Dijo que nuestra comunidad no puede sostener «ni un año más de prórroga» del modelo y aportó números: en los años de vigencia del actual sistema de financiación, implantado por Rodríguez Zapatero y mantenido por los gobiernos del PP, Andalucía ha perdido 850 millones de euros anuales, que hubieran sido claves para inversiones y empuje de la economía. Una demanda justa en un momento de extrema dificultad.