Las reformas aprobadas entre 2011 y 2013 para las pensiones de la Seguridad Social, sin acuerdo con los sindicatos, están dando al Gobierno un ahorro, que ha mandado a Bruselas como buena gestión para frenar el gasto en prestaciones sociales.

Estas medidas de recortes engloban entre otras el aumento de la edad de jubilación paulatina hasta llegar a los 67 años en el 2027, la aplicación del factor de sostenibilidad con el que las pensiones futuras tendrán una pérdida de 18 puntos porcentuales, teniendo en cuenta la ampliación de la esperanza de vida futura, así como la limitación de subida de las pensiones al 0,25% en vez del índice de precios al consumo, el famoso IPC. Todo ello hace mermar la cuantía de la compensación.

El ahorro conseguido en tres años desde el 2015 lo han cuantificado en 3.348 millones de euros. Ante esta ignominia de recortes, no paramos de pensar ¿por qué han tenido que pedir un préstamo de 10.000 millones para pagar las pensiones? ¡Si todo va tan bien como el Gobierno dice! Aunque comprendemos que les de vergüenza liquidar el fondo que resta de la Hucha de las Pensiones que ellos han esquilmado.

Es una pena que siempre les toque a los mismos, pues llegará un día no muy lejano, el cual los jubilados y pensionistas solo serán unos mendigos y por más que hayan aportado al sistema este les dará de lado, cuando lleguen a la vejez, si no ponemos pie en pared.

(*) Juan Luis Moriana Luque es el secretario de Comunicación de UJP-UGT Córdoba.