A hora ya no se dice anciano y, menos aún, viejo. Ahora se le denomina adulto mayor. Pues, muy bien. Tendemos a suavizarlo todo o a descafeinarlo, «escondiendo», para no molestar, su sentido verdadero. El adulto mayor es un término nuevo que nos viene como anillo al dedo para elevar autoestimas y no pensar en la vejez. Acabo de leer una lista de las cosas que hay que tener en cuenta para «amar al adulto mayor». Resulta interesante y aleccionadora. Primero, déjalo hablar porque hay en su pasado un tesoro lleno de verdad, de belleza y de bien; segundo, déjalo vencer en las discusiones, porque tiene necesidad de sentirse seguro de sí mismo; tercero, déjalo ir a visitar a sus viejos amigos porque entre ellos se siente revivir; cuarto, déjalo contar sus historias repetidas, porque se siente feliz cuando lo escuchamos; quinto, déjalo vivir entre las cosas que ha amado, porque sufre al sentir que le arrancamos pedazos de su vida; sexto, déjalo gritar cuando se ha equivocado porque los ancianos como los niños tienen derecho a la comprensión; séptimo, déjalo tomar un puesto en el automóvil de la familia cuando va de vacaciones, porque el próximo año tendrás remordimientos de conciencia si ya no está entre vosotros; octavo, déjalo envejecer con el mismo paciente amor con que dejas crecer a tus hijos, porque todo es parte de la naturaleza; noveno, déjalo rezar como él sabe, como él quiere, porque el adulto mayor descubre la sombra de Dios en el camino que le falta recorrer; décimo, déjalo morir entre brazos llenos de piedad, porque el amor de los hermanos sobre la tierra nos hace presentir mejor el torrente infinito de amor del Padre en el cielo. Quizás ahora, en este tiempo de descansos soleados, sea bueno fijarnos en esos ángulos de la vida, a los que tal vez no prestemos mucha atención. El poeta Aleixandre describe así la vida humana: «entre dos oscuridades y un relámpago». O estos otros versos de Moreno Villa: «cuando el hombre caduca se termina, / no vuelve a la niñez y juventud. / Vivir no es repetir cuatro estaciones».

* Sacerdote y periodista