María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva no solo era "grande" porque tuviera más de 50 títulos nobiliarios, 14 de ellos con Grandeza de España, lo era por sí misma, por su forma de entender la vida y de mezclar de forma admirable su posición aristocrática con su querencia popular. El pueblo llano la quería y la admiraba, y la prueba está en la masiva afluencia a su capilla ardiente. A Cayetana no le hizo falta ser conocida como la "Duquesa Roja", --apodo de Luisa Isabel Alvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia--, para concitar amplias simpatías entre políticos y militantes de izquierdas. Cayetana dio muestra de su grandeza cuando en 1975 vinculó, a través de la Fundación Casa de Alba, gran parte de su magnífico y extenso patrimonio, al patrimonio nacional. Con esa decisión, ni ella ni sus descendientes podrían vender auténticos e innumerables tesoros artísticos que forman una parte importantísima de la historia y la riqueza cultural de España. Si Fernando Alvarez de Toledo, III duque de la casa, ha pasado a la historia como el Gran Duque de Alba, por distintos motivos y circunstancias Cayetana bien podría ser conocida como la Gran Duquesa.

Carlos Luis Ruiz Alcaide

Córdoba