Un equipo cordobés que milita en División de Honor (como 1 División en fútbol), necesita más apoyos para mantenerse. El sábado día 28 salí decepcionado del Pabellón de la Fuensanta. Para verse el equipo más arropado por la afición, decidieron abrir puertas (entrada libre). Era un partido que había que ganar sí o sí, para intentar librarse del descenso de categoría.

La respuesta fue para preocuparse. Estábamos los mismos que en otras ocasiones, el pabellón daba pena verlo, prácticamente vacío. Se merecieron más las chicas, pero el BM es así de caprichoso y perdieron por un gol (26-27). Si la afición hubiera respondido otro gallo cantaría. Un grupo de jóvenes animaron todo el partido, pero se necesitaba la presencia masiva de cordobeses.

Tener un representante de Córdoba en División de Honor del Balonmano Femenino español es un privilegio, pero me parece que los cordobeses no valoramos, casi nunca, lo que tenemos.

Aúpa Adesal, la esperanza es lo último que se pierde.

Antonio Díaz Martín

Córdoba