En la novela Patria, de Fernando Aramburu, se relata cómo en los tiempos de mayor dureza terrorista en Euskadi a la esposa de un asesinado por ETA le negaban hasta la mercancía en algunos comercios. Eso, que parece un horror lejano, vuelve a la memoria con algunas acciones que se están emprendiendo en Cataluña, donde ha trascendido el acoso que reciben los padres del líder de C’s, Albert Rivera, cuyo comercio de comida preparada amaneció ayer cubierto de pintadas reivindicativas, de pegatinas y carteles. La frase «Ciudadanos, no es vuestra tierra ni vuestra lucha» resulta inquietante, pues, junto con otras acciones contra cargos públicos, o ese llamar «renegado» al escritor Juan Marsé, denotan una peligrosa escalada de odio.