Mi Diario CÓRDOBA ha tenido el acierto de arrancar un ciclo de conferencias acerca de nuestra Constitución. Una tertulia con Miguel Roca, Alfonso Guerra y María Emilia Casas es un lujo. Visión de nuestro Estado de derecho por tres constitucionalistas que son parte de la reciente historia de España. Y un placer escuchar de primera mano, casi en petit comité, cómo se ha dirigido nuestra España en esos difíciles años de la transición y las últimas décadas, por españoles íntegros y con una visión de lo que nos une, que desgraciadamente añoramos.

La Constitución española es todavía joven, casi una niña si la comparamos con la de los Estados Unidos, que es del Siglo XVIII. En palabras de Roca, una niña que hay que mimar y de la que es más importante su música que su letra, una Constitución que nos ha dado el periodo más largo sin conflictos armados de nuestra historia y que nos ha permitido usar el Estado de derecho para acabar con nuestro terrorismo patrio.

Fue emocionante oír a María Emilia Casas, presidenta del Tribunal Constitucional durante tantos años, rendir homenaje a Tomás y Valiente en el día que ETA anunció su disolución y resaltar nuestra Constitución como marco para la victoria contra el crimen. Lo malo se olvida pronto, pero hace menos de una década en España te podían dar un tiro en la nuca por el simple motivo de estar sirviendo a los intereses de todos. No debemos olvidar ni un solo día a las víctimas.

Y fue interesante escuchar a Alfonso Guerra poniendo en valor lo construido por todos los españoles, un parlamento en los años 70, que representaba a los españoles poniendo de acuerdo a casi todos sus diputados, gracias al consenso, que como bien dijo el exvicepresidente del Gobierno es la renuncia generosa de todos al todo, para buscar el espacio común.

Oír a Miguel Roca, un catalán defensor de la Constitución, en estos días nos recordó cómo fue el 93% del voto favorable de los catalanes, en el referéndum con más alta participación de la historia de Cataluña, lo que dio el sí a nuestra Carta Magna.

Españoles de altura, para unos tiempos en los que se les echa de menos.

* Abogado