El entusiasmo en la entrega de los premios Príncipe de Asturias roza la mitomanía. La fundación asturiana difundió la foto del discurso que escribió a mano, con solo 13 añitos, el entonces Príncipe Felipe cuando entregó por primera vez estos galardones en el año 1981. Ayer presidió el acto siendo ya Rey, y en nombre de su hija. Lo del papel manuscrito queda entre tierno y cursi, pero al menos es más agradable que la peineta que esgrimió el arquitecto Frank Gehry ante los periodistas.