Parece exhausta. La jornada previa fue dura. La competición de élite pudo ser lo de menos. También tenía una ceremonia de clausura de unos Juegos Olímpicos y la posterior celebración de la medalla conquistada. Además de las horas de diferencia con España. Lourdes Mohedano (17 de junio de 1995) apura sus últimos momentos en la Villa Olímpica de Río de Janeiro. Ahora le toca unos días de relax en el exótico Brasil antes de volver a España el próximo 26, cuando le espera un recibimiento como merece la primera cordobesa que conquista un metal olímpico, la que más ha hecho, casi sin darse cuenta, por darle su espacio a un deporte con tantas seguidoras en la ciudad.

Además de deportista de élite, ¿a qué se dedica? ¿Estudia?

Aparte de entrenar unas 7 horas diarias, estudio Tafad y mi tiempo libre lo empleo para descansar, ir al cine o salir a dar una vuelta con mis amigos.

¿Cuál es su relación Córdoba-Peñarroya?

Córdoba es el lugar donde nací, donde he crecido y Peñarroya-Pueblonuevo es mi pueblo, donde nació toda mi familia y donde nos reunimos y celebramos todos los acontecimientos y voy cada vez que puedo. Tengo el corazón partido por los dos. Quiero mucho a Córdoba y también a Peñarroya-Pueblonuevo.

De la cantidad de niñas que hacen gimnasia rítmica, ¿qué le ha distinguido? ¿Cuál ha sido la clave para que llegue a lo más alto?

Desde pequeña, desde que empecé con este deporte, me ha gustado disfrutar siempre de cada etapa, siempre con mucha ilusión. Es fundamental para llegar a donde estoy llegando. También tengo una mente fuerte para soportar esta carga de trabajo y el sacrificio que conlleva. Y las ganas de superarme a mí misma cada vez.

Escuchamos la dedicatoria a sus abuelos nada más conquistar la medalla, ¿qué porción de mérito le corresponde a ellos?

Se la he dedicado a ellos. Me han acompañado todos estos años. Han estado siempre conmigo. Han sido mis ángeles, aunque no estuvieran físicamente, sí que han estado en mi corazón y han estado conmigo.

Por eso se lo dediqué a ellos. Sé que se sienten orgullosos de mí allá donde estén

¿La plata le quita el mal sabor de boca de Londres?

Sí, bueno, en los Juegos de Londres hicimos una buena competición también, con unos enteros bastante buenos, unos ejercicios sin fallos. Acabamos muy contentas y disfrutamos.

Ese cuarto puesto nos supo a bronce y esta plata nos sabe a oro

¿Se queda con esta medalla o con la primera que ganó?

Siempre me quedo con la última y, además, ha sido la más importante en mi carrera como gimnasta, así que me quedo con esta medalla de plata.

¿Sensaciones en Río?

Salí contenta. Mientras actuaba, me notaba a mí y al equipo muy seguros. En la final estaba más tranquila. Fue muy emocionante. Lo disfruté, que era mi objetivo principal.

¿Llegó a pensar en el oro tras el fallo de las rusas?

En la final salíamos primeras, hicimos nuestro ejercicio y nos evadimos. No queríamos saber nada de las notas hasta que acabamos. Después del mixto vimos a las demás, pero nunca supimos las notas ni la clasificación.

Bueno, ¿y ahora qué? ¿Le queda para otro ciclo olímpico?

He terminado el objetivo de este año. Ahora toca disfrutar con la gente que siempre me ha apoyado y descansar. Los objetivos son a corto plazo.

Ahora mismo no puedo pensar en un futuro

Por cierto, ¿qué le parece la propuesta para ponerle su nombre al pabellón de Vista Alegre?

Estoy contenta y agradecida por la iniciativa, pero no me gusta que se utilicen la medalla ni mi nombre para crear polémica en mi ciudad.