Con gafas de sol y pocas ganas de hablar. Así abandonó Julen Lopetegui, el exseleccionador español, la concentración de Krasnodar, camino de Madrid donde podría ser presentado próximamente como nuevo entrenador del club blanco. Se fue acompañado de Óscar Caro (preparador físico), Pablo Sanz (ayudante y segundo entrenador) y Juan Carlos Campillo (el coach que tutela sus emociones). Será, por lo tanto, el mismo grupo de trabajo que tendrá en el Bernabéu durante las tres próximas temporadas.

"Estamos tristes, muy tristes", ha confesado el entrenador guipuzcoano a los periodistas, eludiendo dar muchas explicaciones sobre su traumática salida de la selección española, a tan solo 48 horas del debut en el Mundial de Rusia. "No, no voy a decir nada. Solo espero que hagamos un grandísimo Mundial", ha comentado Lopetegui a la misma hora en que, precisamente, Hierro explicaba sus planes como nuevo seleccionador español.

"¿Algún mensaje a la afición? El mensaje es que tenemos un magnífico equipo, ojalá ganemos el Mundial", ha dicho un abatido Lopetegui, quien no paraba de expresar su "tristeza" al verse despedido de forma fulminante por Luis Rubiales, el presidente de la federación, al haber negociado con el Madrid sin haber advertido antes.