No lo tiene fácil. Lo tenía muy cerca, demasiado, casi lo acariciaba con sus dedos, pero el título se le escapó al patinar, y nunca mejor dicho, en la tercera curva de Japón, cuando trataba de remontar precipitadamente al arrancar en la posición 22 de la parrilla de Motegi. Àlex Rins (Kalex), de 20 años, estaba pegadito al campeón francés Johann Zarzo (Kalex), de 26 años, cuando empezó la carrera de Motegi. Pero erró y ahora tiene que nadar contra corriente.

Decididos los títulos de Moto3, a manos del surafricano Brad Binder, y MotoGP, en manos del arrollador Marc Márquez, la única disputa que queda en liza (al margen de esa que se ha inventado Valentino Rossi contra Jorge Lorenzo por el subcampeonato de MotoGP, para salvar su mala campaña) es el título de Moto2, en el que Zarco lleva 21 puntos de ventaja a Rins a falta de tres carreras (Australia, Malasia y Valencia) y 75 puntos en juego.

FAVORITO SIN TÍTULO

Rins es, dicen, uno de los pilotos más finos del Mundial. Uno de los pilotos técnicamente más cualificado de los 85 que forman el micromundo del ‘paddock’. Pero Rins, que por precocidad, calidad, condiciones y equipos en los que ha corrido ya debería atesorar algún título mundial, puede dar el salto a MotoGP (Suzuki) sin corona alguna. Y eso le duele, pese a que, de momento, aún no ha lanzado la toalla.

“Cierto, fallé en Japón, pero aún hay Mundial, queda pelea. Todos podemos fallar. Estoy a 21 puntos, que no es ni siquiera un gran premio. Esta difícil, pues Zarco es muy regular y le tiene tomada la medida a esta categoría, pero aún puedo dar la sorpresa y remontar ¡vaya que sí!”, comenta Rins, que hoy se ha quedado, anecdóticamente, sin gasolina en su Kalex, a falta de un tres minutos para que acabase el última entrenamiento en el que solo ha podido ser 16º, lo que le situa en la sexta fila, dos filas más atrás que Zarco (4ª), que tampoco ha brillado en el temporal que hoy ha azotado el precioso circuito de Phillip Island, junto al mar de Tasmania.

MEJORAR LA MOTO

“No hemos acertado con la puesta a punto de la moto”, señala tras salir de su box. “Así que hoy tendremos que quedarnos con mi técnico, Santi Mulero, y Lluis Lleonard, mi teleméticos, hasta bien entrada la noche, tal vez, para conseguir la mejor moto posible, apretar en el entrenamiento matinal del domingo (el denominado ‘warm-up’), hacer una buena salida, no como la de Japón, e ir remontando poco a poco. Solo espero que haga buen tiempo, que corramos sobre seco pues, si llueve, puede pasar de todo, sí para bien y para mal”.