Ya está. Ya hay parrilla para el definitivo Gran Premio de Valencia, el último, el que decide el título de MotoGP. Y no puede ser más favorables, entre otras razones porque nadie se lo ha trabajado como él, para el catalán Marc Márquez (Honda, 1.29.897 minutos), que liderará la salida por 73ª ocasión en su carrera (récord absoluto), ocho puestos por delante del italiano Andrea Dovizioso (Ducati, noveno, a 1.064 segundos), que, pese al apodo de maestro que luce, no estuvo hoy en el papel de profesor que le corresponde a su brillantísima temporada.

Cierto, nada es definitivo en esto de las carreras, en esto de las motos, en este deporte donde se va a 345 kms/h. a lo largo de 45 minutos. No es definitivo la ventaja de 21 puntos que Márquez saca a Dovi; tampoco el hecho de que el nen de Cervera será campeón con acabar entre los 11 primeros; ni siquiera que el italiano haya logrado solo dos podios (y cero victorias) en sus 15 participaciones en Cheste (Valencia).

Pero como suele decir Márquez, “prefiero tener 21 puntos más que Dovi a que los tenga él” y, se supone, que prefiere salir desde el primer puesto de la parrilla a arrancar desde el último rincón de la tercera fila de Cheste. Eso sí, a Márquez, que volvió a sufrir una nueva (vieja) caída, es decir, la número 27 de la temporada, no le gusta nada que sus compañeros de primera fila sean dos de los pilotos “más peleones” de MotoGP, el prodigioso francés Johann Zarco (Yamaha, rookie de la temporada) y el italiano Andrea Iannone (Suzuki), más conocido por The Maniac.

Márquez explica su caída

“La verdad es que cuando he hecho ese magnífico tiempo en la primera vuelta, en el primer intento, he pensado que iba a ser difícil mejorarlo pero, bueno, me quedaba todo el entrenamiento y, por tanto, volví a intentarlo”, contó Márquez a Movistar MotoGP TV en el corralito de Cheste. “Cuando he llegado al box para coger la segunda moto, le he dicho a Santi (Hernández, su ingeniero y jefe de mecánicos) que no sentía demasiado el neumático en la cuarta curva, la primera de derechas tras tres de izquierdas. Y, ¡mira!, ahí ha sido donde me he caído. Me ha dado rabia porque debí sospechar que ese era un punto peligroso. Pero, bueno, estamos bien y con otra pole más”, sentenció Márquez, que reconoció que “con neumático gastado me he sentido muy cómo en el ensayo FP4, lo que me anima mucho”.

Zarco, segundo en el ensayo definitivo, de nuevo primera Yamaha y, por cuarta vez consecutiva, en primera fila, cree que tiene ritmo para intentar seguir a Márquez “aunque veremos qué carrera plantea Marc”. El francés, que lleva todo el año siendo protagonista, quiere despedirse con una victoria “sonada, preciosa, en un circuito donde la gente está tan cerca y vive nuestro deporte con pasión”. Y Iannone, tercero, no aparecía en primera fila desde Catar, el primer GP de la temporada. “Ha sido duro pero esta primera fila es un premio para todo el equipo. Somos muy veloces a una, dos, tres vueltas, pero deberíamos encontrar algún truco para no destrozar tanto las ruedas”.

Rossi y Viñales, muy atrás

En la segunda fila estarán dos pilotos que parecen dispuestos a dar la sorpresa, pues Jorge Lorenzo (Ducati, cuarto, a 0.563 segundos), que rodó por los suelos en este definitivo entrenamiento, y Dani Pedrosa (Honda, quinto, a 0.692 segundos) han estado todo el fin de semana delante. Junto a ellos partirán el italiano Michele Pirro (Ducati, sexto, a 0.867 segundos de Márquez). Pirro, piloto probador de Ducati, lo han traído invitado para que trate de molestar (o retrasar) a Márquez.

Otros grandes han tenido serios problemas, pero mañana pueden protagonizar buenas carreras. Como Valentino Rossi (Yamaha, séptimo, a 0.951 segundos) o su compañero Maverick Viñales (Yamaha, 13º), que no se ha sentido cómodo durante todo el fin de semana.