El Gobierno de España cerró a finales de agosto la tercera expedición científica al pecio Nuestra Señora de Las Mercedes que, en el momento de su hundimiento, el 5 de octubre de 1804, dirigía el marino montillano Diego de Alvear y Ponce de León.

El proyecto, organizado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la Armada española, permitió analizar el estado de situación y la evolución de los restos de la fragata, así como su cargamento, desde que España ganara el caso judicial por el expolio realizado por Odyssey Marine Exploration, una conocida empresa cazatesoros radicada en Estados Unidos.

La expedición se enmarcó en los parámetros de la Convención Internacional de Patrimonio Subacuático de la UNESCO y, como destacaron fuentes del Ministerio de Cultura, se basó en la cooperación institucional a nivel nacional e internacional, además de constituir «una buena muestra de la capacidad de España a nivel científico y tecnológico para proteger su patrimonio».