Un año más fueron cientos los montillanos que dirigieron sus pasos hasta el frondoso paraje de Cañalerma para formar parte de la popular romería que, desde hace diecisiete años, hace posible que la Virgen de las Viñas, patrona del noble gremio de la vid y el vino, recorra los pagos de la localidad.

La Barriada del Gran Capitán fue nuevamente el punto de partida para los centenares de peregrinos que acompañaron a la pequeña imagen mariana en su recorrido por los campos de la Campiña. Pasadas las 9.00 de la mañana, la colorida comitiva puso rumbo hacia Cañalerma, no sin antes realizar una primera parada en la casa cuartel de la Guardia Civil, donde varios representantes de la Hermandad del Señor en la Santa Cena y del Grupo Romero llevaron a cabo la tradicional ofrenda floral ante la pequeña imagen de la Virgen del Pilar que preside una hornacina en la sede de la Benemérita.