La situación de El Parador es cada vez más preocupante. El singular edificio, situado en la avenida de Europa, en la salida norte de Montilla hacia la carretera nacional N-331, amenaza ruina tras registrarse en los últimos días un nuevo desplome en una de sus cubiertas laterales.

La vivienda, utilizada originariamente como casa de postas para las diligencias que recorrían Andalucía a finales del siglo XIX, presenta desde hace años un evidente estado de abandono como consecuencia de la falta de mantenimiento y de conservación, lo que ha empeorado el efecto que provocan las filtraciones de agua procedente de las lluvias.

A los desperfectos que se aprecian desde hace tiempo en la fachada, se suma ahora un nuevo hundimiento en su cubierta lateral, construida a base de caballos de madera que han ido perdiendo su capacidad de apoyo y que, según varios técnicos, corre el riesgo de colapsar, afectando a la estabilidad del edificio.

"El hundimiento de la cubierta es inminente, lo que afectará no sólo al tejado sino a la cimentación y a los muros de apoyo del edificio", precisaron las mismas fuentes, que hicieron hincapié en que esta situación de abandono progresivo que viene sufriendo El Parador en los últimos años hace que la puesta en valor del edificio sea "cada vez sea menos viable".

El profesor José Rey alertó el pasado mes de febrero, durante el acto de investidura como cronista oficial de Montilla, sobre el estado de conservación del edificio que, al igual que otros enclaves montillanos, requiere de "soluciones imaginativas y posibles". Así, a juicio del cronista oficial de Montilla, espacios emblemáticos como el arco de San Lorenzo, la casa de Teresa Enríquez, el palacio de los Duques de Medinaceli, La Tercia, el Castillo de El Gran Capitán o El Parador "necesitan actuaciones que van desde las más imprescindibles para su conservación, hasta aquellas encaminadas a su mantenimiento o a su puesta en valor".