Preservar el convento de Santa Clara. Ese es el objetivo de la asociación cultural Un Monasterio entre la memoria y la historia de Montilla: Santa Clara , un nuevo colectivo cuya razón principal pasa por apoyar a las hermanas clarisas franciscanas en el mantenimiento del convento, edificado en el siglo XVI por mandato del primer marqués de Priego.

"Tenemos que ayudar a que el convento se mantenga para poder transmitirlo a las generaciones futuras", dijo la presidenta del colectivo, María Dolores Ramírez, quien defendió la necesidad de que el convento --que en la actualidad está habitado por una docena de religiosas-- no siga el rumbo de otros monumentos montillanos, como el palacio de los Duques de Medinaceli o el arco de San Lorenzo, que han ido sucumbiendo al paso del tiempo. "Es necesario que los propios montillanos aprecien la importancia del convento y sepan valorar lo que contiene para que puedan colaborar en su mantenimiento", señaló Arturo Ramírez, quien hizo hincapié en la relevancia del cenobio que, con sus más de 6.000 metros cuadrados, representa el principal conjunto conventual de la provincia, junto con el de Santa Clara de la Columna de Belalcázar. Para la abadesa, María Jesús Blanco, la creación del nuevo colectivo "significa mucho", ya que "hay un grupo de personas que ha tomado interés y que ha demostrado tener corazón y sensibilidad" ante el mal estado en el que se encuentra una parte del monasterio. "El convento no es nuestro: es un legado que se nos dejó para conservarlo y, en el día de mañana, mostrárselo a los montillanos", afirmó.