Los montillanos tenían ganas de celebrar sus fiestas patronales. Así lo puso de manifiesto el excelente ambiente que se vivió en el Real de la Feria de la avenida de Las Camachas durante los cinco días en los que los conciertos de música en directo y los actos religiosos se convirtieron en protagonistas indiscutibles de una celebración que nació en julio de 1910, cuando la localidad decidió dedicar su Feria Real a su patrón y paisano, San Francisco Solano.

El pistoletazo de inicio a la edición 2014 de la Feria de El Santo lo dio la profesora montillana Carmen Gallardo, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rey Juan Carlos. Sus emotivas palabras desde el Paseo de Las Mercedes sirvieron de prólogo al encendido del alumbrado especial, cuya portada reproduce los añorados Arcos de la Puerta de Aguilar.

El jueves, el recinto de las casetas volvió a acoger el Día del Pescaíto Frito , mientras que el viernes, las fiestas patronales rindieron tributo a la mujer flamenca, con un sorteo de un vestido de faralaes entre todas las mujeres que pisaron el ferial vestidas con su traje de gitana.

Al igual que en ediciones anteriores, la Feria en honor a San Francisco Solano combinó actos festivos, religiosos y deportivos, un cóctel que viene dando muy buenos resultados. Así, junto al maratón de tiro al plato que tuvo lugar en El Cigarral, el programa de actos recogió campeonatos de bádminton y tenis de mesa, así como el Torneo de Ajedrez Rafael Mesa que este año alcanzaba sus bodas de plata bajo la dirección del Club 1900.

De igual manera, la caseta de la juventud, instalada en la avenida de Las Camachas, propuso este año la Fiesta del Reloj , que arrancó a las 20.00 de la tarde con precios reducidos que se fueron incrementando conforme avanzaba la hora, hasta llegar al precio habitual de las consumiciones. Este mismo recinto acogió La Noche del Mojito , con la actuación especial de Gadfly, una banda creada en Montilla en abril del 2009 y que aúna el rock and roll más clásico con el personal toque de blues que confiere cada uno de sus jóvenes músicos.

El sábado tuvieron lugar dos de las actividades más tradicionales de la Feria de El Santo: el paseo de caballos que promueve la Asociación Cultural Benéfica Grupo Romero Virgen de las Viñas y el besapiés del Santico en la recoleta ermita de la calle Córdoba, donde se invitó a los asistentes a churros y chocolate.

El domingo por la mañana, tras la diana floreada por las calles de Montilla a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores Nazareno y Penas de Montemayor, tuvo lugar la procesión de El Santico. La pequeña imagen que representa al patrón de la localidad volvió a encontrarse con el popular Barrio de Tenerías.

Un año más, el tradicional repique del Campanillo sirvió para anunciar a los vecinos la salida procesional de esta peculiar talla que preside el retablo de la ermita de la calle Córdoba, levantada en 1821 por Alonso Delgado, gracias a las aportaciones del gremio de curtidores y zapateros. Poco después de las 10.00 de la mañana, las calles Altillos, Ciprés o San Antonio vivieron su particular día grande, envueltas en las melodías de los cientos de fieles que acompañaron la pequeña imagen del santo patrono. Coplas tradicionales que devolvieron un año más el protagonismo a una de las zonas más pintorescas de la ciudad, en la que Francisco Solano dio sus primeras muestras de santidad. Y es que la tradición asegura que, siendo niño, El Santo acercaba cada día el almuerzo a su padre, Mateo Sánchez Solano, quien trabajaba cultivando la tierra en la Huerta de las Minas. En su camino hasta el paraje de Huelma, el pequeño Francisco solía detenerse en la calle Córdoba con los muchachos desfavorecidos de Las Tenerías, a quienes entregaba, además de sus enseñanzas, algunas limosnas y parte del fardel que llevaba a su progenitor.

Los fieles que acompañaron a El Santico dirigieron sus pasos hasta la parroquia de Santiago Apóstol, donde se ofició una homilía en la que no faltaron las referencias al montillano más universal, custodio de los toreros y Evangelizador de las Américas, junto a la pila donde fue bautizado.

Un día más tarde, y a modo de cierre, los fuegos artificiales volvieron este año a clausurar el intenso programa de actos de la Feria en honor de San Francisco Solano. Poco antes de la medianoche, varios cohetes anunciaban el inicio de una sesión pirotécnica que estuvo acompasada con bandas sonoras de películas como La Guerra de las Galaxias , Superman o Piratas del Caribe .

El cansancio acumulado en todas las jornadas anteriores no impidió que un buen número de montillanos bajase hasta el Real de la Feria para despedir la fiestas patronales disfrutando de la sesión de fuegos artificiales que, este año, volvía a poner el broche de oro a un programa cargado de actos deportivos, religiosos y lúdicos que consiguió atraer a numerosos visitantes de la comarca y que, además, fue aliciente suficiente para que muchos montillanos ausentes volvieran a su tierra.