La magia se hizo presente en las calles de Montilla pese a la desapacible tarde que a punto estuvo de dar al traste con la ilusión de los más pequeños de la localidad. Con media hora de retraso sobre el horario previsto, la Cabalgata de Reyes Magos partió pasadas las 19.30 de la tarde desde la avenida de la Constitución para recorrer la avenida de María Auxiliadora, la avenida de Andalucía y la calle Puerta de Aguilar, hasta el Ayuntamiento, donde los Magos de Oriente leyeron el tradicional mensaje dirigido a los niños y niñas de Montilla.

Las obras en la calle Corredera no impidieron que Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados de sus pajes, pasearan a pie por la principal calle de la ciudad hasta alcanzar la plaza de La Rosa, después de haber repartido los 2.500 kilos de caramelos y el medio millar de balones que había preparado para la ocasión la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento.

El colorido cortejo, que invitó a los vecinos de la localidad a echarse a la calle, volvió a estar formado por once carrozas: las tres de los Magos de Oriente y otras ocho decoradas por los propios colectivos de madres y padres de alumnos de los centros educativos que, desde semanas atrás, venían preparándose para este momento tan especial.

Por vez primera, todas las carrozas contaron con un perímetro de seguridad y con una plataforma adicional que se situó en la parte trasera, donde se colocaron los generadores eléctricos "para así minimizar posibles riesgos", tal y como detalló el concejal de Festejos, Antonio Agustín Ligero, quien hizo hincapié en que "el equipo de gobierno ha prestado especial atención a las medidas de seguridad de la cabalgata, ya que es un evento que reúne a gran cantidad de público y, en su mayor parte, se trata de niños".

Además de las nuevas medidas de seguridad, los Reyes Magos estrenaron durante el cortejo sus carrozas y su indumentaria.