El empresario montillano Ladislao Padillo Delgado, uno de los pioneros de los automatismos y de los montajes eléctricos, falleció el pasado 2 de agosto a la edad de 79 años. Padre de seis hijos y abuelo de diez nietos, Ladislao Padillo fue uno de los grandes innovadores del sector eléctrico andaluz, situando su nombre entre las empresas europeas de referencia en el ámbito de las tecnologías eléctricas y de los automatismos avanzados.

Tal y como detalla Manuel Quintero Aguilar en su libro 100 años de luz eléctrica en Montilla, el primer contacto de Ladislao Padillo con el sector de la electricidad tuvo lugar con apenas 14 años, cuando empezó a trabajar como aprendiz de Luis Ruz Raigón, el primer montillano en bobinar y reparar motores.

«Cuando finalizó el servicio militar, Ladislao montó una sociedad con Francisco Ruz, el hijo de Luis, en unas cocheras de Manuel Muñoz, en la carretera de la estación, con un alquiler de 15 pesetas al mes de arrendamiento», explica Manuel Quintero, quien recuerda que «estuvieron de socios aproximadamente un año».

Tras una amplia trayectoria profesional, vinculada en buena medida a los bobinados de transformadores eléctricos, Ladislao Padillo decidió dedicarse de lleno a la instalación de cuadros eléctricos, convirtiendo su firma en «una empresa líder en el sector europeo», tal y como reconoce el autor de 100 años de luz eléctrica en Montilla.