Las elevadas temperaturas que se vienen registrando en la Campiña cordobesa desde el pasado mes de mayo mermarán definitivamente la cosecha de uva de la variedad Pedro Ximénez, la autóctona del marco vitivinícola Montilla-Moriles. El delegado territorial de Agricultura y Pesca, Francisco Zurera, alertó sobre la presencia de "abundantes rodales de uva que se está secando muy rápido y no va a alcanzar la madurez adecuada", de ahí que desde la Junta de Andalucía y desde el propio Consejo Regulador se recomiende a los viticultores hacer una "vendimia selectiva", lo que permitirá destinar el fruto a distintos tipos de vinos, en función de su grado de maduración.

Según Zurera, la recolección de la variedad Pedro Ximénez, la más representativa del marco vitivinícola, "dependerá de cómo transcurra este mes en cuanto a meteorología". No obstante, el delegado territorial de Agricultura dio por hecho una reducción de la cosecha con respecto al año pasado, cuando las cooperativas y bodegas de la zona Montilla-Moriles molturaron en torno a 47,5 millones de kilos de uva.

"Este año se espera una campaña inferior debido a la falta de precipitaciones y a las altas temperaturas acaecidas a lo largo del desarrollo del fruto pero, en cualquier caso, la calidad, con toda seguridad, será buena, ya que la viña está muy sana en lo que a plagas y enfermedades se refiere", subrayó Zurera.

Tras la cosecha del pasado año, que alcanzó los 47,5 millones de kilos, la zona Montilla-Moriles espera recolectar este año en torno a un 20 por ciento menos de uva, aunque "de una magnífica calidad". De este modo, de cumplirse la previsión de cosecha, el marco Montilla-Moriles cerraría este año una vendimia por debajo de los 40 millones de kilos de uva. En los últimos tiempos, la campaña más productiva fue la del año 2003, con 86,1 millones de kilos de uva, una cosecha que permitió elaborar 14,5 millones de litros de vino, de los que 1,5 millones correspondieron a la variedad Pedro Ximénez y 507.000 litros a vinos jóvenes.

Desde entonces, el aforo hecho público por el Consejo Regulador sitúa en 2012 la peor cosecha de la última década, cuando cooperativas y bodegas apenas molturaron 27,6 millones de kilos.